Invertir es una buena forma de obtener cierta rentabilidad por unos ahorros, pero siempre debemos analizar qué queremos hacer con nuestro dinero, qué riesgos vamos a asumir y, sobre todo, qué rentabilidad esperamos. Es entonces cuando llega la primera pregunta que debe hacerse todo potencial inversor: ¿queremos asumir un perfil conservador o uno decidido? Porque está bien obtener una rentabilidad del 5% sobre nuestra inversión, pero, ¿qué riesgos estamos dispuestos a correr?

Conviene tener muy en cuenta otros aspectos como la volatilidad, el tipo de producto en el que se invierte o las probabilidades de que nuestra inversión se salga de nuestras previsiones. También, para definir nuestro perfil, el horizonte temporal de la inversión es otro factor más importante.

Para Santiago Montero, director de Multigestión de March A.M., la mejor opción para los inversores conservadores pasa por los fondos perfilados (también llamados ‘fondos de fondos’), ya que en ellos podemos elegir “el perfil de riesgo, la volatilidad que estamos dispuestos a asumir y, por tanto, la rentabilidad que esperamos”.

Y es que los inversores conservadores generalmente corresponden a un perfil “de mayor edad, que no está dispuesto a asumir tal cantidad de riesgos y que busca, sobre todo, tener una estimación de rentabilidad mucho más realista y una limitación de pérdidas muy importante”. No obstante, este tipo de inversores se ha encontrado con un problema: los bonos de renta fija, que tradicionalmente habían sido su activo más adecuado, ahora “tienen una visibilidad no muy clara para los próximos meses y años”.

Sin embargo, “a través de un fondo de fondos podemos invertir en diferentes estilos de gestión o en diferentes tipos de activos”, siempre “manteniendo intacta la esencia de ese perfil conservador, tanto en términos de rentabilidad como de riesgo”