Cuando buscamos un smartphone, casi todos nos fijamos en dos cosas: por un lado, el diseño del mismo, los colores, las formas, el tamaño de la pantalla, etc.; y por otro, evidentemente, el precio. En caso de que seamos un poco más tecnófilos podremos fijarnos en otros factores como el almacenamiento, la memoria RAM o las prestaciones de la cámara, pero por norma general nuestro principal objetivo será que la relación calidad-precio sea la idónea.
Sin embargo, hay otro binomio que en ocasiones los usuarios suelen dejar de lado: la seguridad y la privacidad. Y no parece una gran idea, ya que, más allá de cuestiones externas y de diseños, son los dos pilares fundamentales que garantizarán a nuestro dispositivo una vida útil larga y en inmejorables condiciones.
Por qué es tan importante la seguridad y la privacidad
La seguridad viene marcada por el sistema operativo (SO) y las marcas. Los fabricantes de cualquier SO móvil (Android, iOS, Windows Phone o Linux) no solo se encargan de desarrollar el esqueleto básico del software, sino también de recomendar unos criterios de seguridad a todas aquellas marcas que partan de su sistema operativo para fabricar un smartphone. Por otra parte, se antoja imprescindible elegir marcas que controlen el proceso de desarrollo y fabricación del móvil desde el principio hasta el final.
La gestión de la privacidad, por su parte, es uno de los aspectos que más preocupan actualmente a los usuarios. Ya sea a través del sistema operativo o de las aplicaciones descargadas, nadie quiere que los amigos de lo ajeno le roben sus datos o accedan a más información de la que deberían. En este caso, nuevamente, la compañía desarrolladora del sistema operativo es la que se encarga no solo de garantizar la privacidad en su propio software, sino también de auditar a las apps que quieren aparecer en las ‘stores’ oficiales. Cabe destacar aquí la importante labor del fabricante en mantener actualizados los dispositivos y enviar los parches de seguridad de Android.
En cualquier caso, comprar un móvil en función de estos dos criterios no siempre es fácil. ¿Cómo sabemos de qué manera podemos comprar un terminal que haya sido fabricado ateniéndose a los criterios esenciales de seguridad y privacidad? Fácil: no confíes en marcas semidesconocidas o en fabricantes que solo quieran seducirte por el precio. Si quieres garantizarle una vida útil a tu smartphone, opta por comprar marcas reconocidas, con un largo bagaje de seguridad y de total confianza.
Esto es lo que tiene que tener tu android
1.- Software de subsistemas
Es el software el que ejecuta la lógica del módem, el módulo de conectividad o la gestión de la energía. En el caso de BQ, por ejemplo, la seguridad de estos subsistemas recae en Qualcomm. Para entender cómo funciona, hemos hablado con Mikel Fernández, Director de Software de la compañía española, quien nos ha recalcado que "también existen por parte de BQ verificaciones adicionales en estos subsistemas para garantizar que no entra software malicioso".
2.- Cargador de sistema operativo
Cada vez que enciendes tu móvil, el cargador del sistema operativo es el encargado de que tu sistema Android se ponga en funcionamiento y, lo más importante, lo haga de manera segura y privada. De nuevo, en este paso es Qualcomm quien se encarga de diseñar y certificar todos los procesos que garanticen el correcto funcionamiento del dispositivo.
3.- Kernel de Linux
Es un proyecto de software de código abierto con el que los fabricantes y desarrolladores implementan todos los controladores de los periféricos (pantalla, audio, etc.). “El software de BQ es público y auditable”, asegura Mikel Fernández, con lo que cualquier usuario interesado puede acceder al código que maneja el fabricante español en esta fase del proceso de seguridad.
4.- Espacio de usuario del sistema operativo
El espacio de usuario, grosso modo, es la parte en la que residen las aplicaciones a las que tiene acceso el usuario. Estas apps funcionan gracias a su interacción con el hardware, pero es el Kernel de Linux el que hace de puente para que ambas herramientas se comuniquen. “Aunque su desarrollo lo realiza Google, los fabricantes somos responsables de su integración, y nuestros repositorios se pueden consultar de manera pública”, asegura Fernández.
5.- Aplicaciones de usuario
Los videojuegos, el correo electrónico, los mapas, los ajustes... todo se encuentra en este punto. En cuanto a las apps preinstaladas, “en BQ tenemos de dos tipos: las exigidas por Google para cumplir con su certificación y las nuestras propias, que son pocas, como la de cámara”. Además, “para cerciorarnos de la seguridad de nuestros dispositivos, controlamos la cadena de grabado de software en nuestras fábricas, verificando su autenticidad mediante comprobaciones previas y posteriores para evitar cualquier tipo de injerencia de software de terceros. También nos ajustamos a las políticas de seguridad de Android y la LOPD”.
5 consejos para que tu móvil sea seguro y privado
1.- Actualiza el sistema operativo
Cada cierto tiempo nuestro móvil suele lanzarnos un aviso: hay disponible una nueva versión de nuestro sistema operativo. Si eres de los que no suele actualizar el sistema por pura pereza, igual te convendría replantearte la decisión, ya que un sistema operativo convenientemente actualizado resulta clave para que nuestro móvil esté preparado para afrontar posibles ataques a nuestra seguridad. Con las aplicaciones pasa lo mismo: si hay una nueva versión disponible, descárgatela y actualízala.
2.- Compra y descarga en sitios seguros
A día de hoy la mayoría de móviles tienen inhabilitada la compra de apps fuera de las ‘stores’ oficiales, pero puedes cambiar esta configuración. No te lo recomendamos en absoluto: la Play Store y la AppStore no solo garantizarán la seguridad de la descarga, sino también la de la propia aplicación. Con la compra del móvil pasa algo similar: si lo vas a adquirir por internet, hazlo en la tienda oficial de la marca o en algún portal de comercio electrónico conocido. No te dejes llevar por webs que te ofrezcan descuentos sospechosos. Te arriesgas a recibir falsificaciones o móviles con malware preinstalado.
3.- Ojo a los permisos que concedes
Cuando instalamos una aplicación solemos pasar deprisa por la solicitud de permisos que nos pide. No es una buena idea ya que, pese a las revisiones de las ‘stores’, puede haber aplicaciones que quizá quieran tener más información de la que deberían. Si una simple aplicación para editar fotos te pide acceso a tu agenda, a tu localización y a tus SMS, sospecha.
4.- Cuidado con las Wifis abiertas
A todos nos encanta encontrar zonas Wifi abiertas y gratuitas cuando estamos fuera de casa, pero no siempre son una buena idea. En el mejor de los casos, muchas te pedirán algún dato personal (el email, el número de teléfono...) para darte la conexión, y eso acabará desembocando en un sinfín de spam. En el peor de los casos la cosa puede ir más allá. Quizá estés conectándote a una red insegura en la que alguien acabe robando información de tu dispositivo. Si de todas maneras vas a conectarte a una Wifi pública, te recomendamos usar una conexión VPN.
5.- Usa la doble verificación
Cada vez son más las aplicaciones que te permiten recurrir a sus servicios mediante una doble identificación: en primer lugar, la típica del nombre de usuario y contraseña; la segunda, con confirmación a través de un SMS. La doble verificación puede resultarte tediosa pero te será muy útil. Si no te apetece hacerlo, puedes recurrir a un gestor de contraseñas para mejorar tu seguridad.
