Un año diseñando un móvil marca España

Fotos: Carmen Castellón

Todos llevamos un teléfono móvil en el bolsillo. Los más tecnófilos, de hecho, seguramente sepan los materiales de los que está hecho e incluso las especificaciones técnicas: si la pantalla es de uno u otro material, qué tal funciona la cámara de fotos, si tenemos más o menos memoria RAM, cuánto espacio hay en el disco duro…

Sin embargo, hay algo a lo que ninguno sabemos responder: ¿cómo ha sido creado y diseñado nuestro smartphone? ¿De qué idea partieron sus fabricantes? ¿Cómo fueron probando que la cámara funcionase perfectamente, que el teléfono no se rompiera al caerse o que la interacción con la pantalla fuese lo más intuitiva posible?

Las respuestas a estas preguntas no son fáciles, así que hemos decidido conocerlas de primera mano. Para ello hemos acudido a BQ, la única compañía tecnológica española que diseña y desarrolla sus móviles desde cero. En sus oficinas de Madrid, cerca de 200 empleados divididos en siete equipos distintos, trabajan en las seis fases que marcan el diseño de un smartphone: desde la idea original hasta que el móvil sale a la venta y, finalmente, acaba en tu bolsillo.

Así se diseña y fabrica tu smartphone

1. Conceptualización (2-4 meses)

Quizá la fase más importante de todas. En este punto es cuando la compañía, tras analizar las últimas tendencias de diseño e innovación, hace su propia apuesta. “Aquí decidimos qué móvil vamos a lanzar al mercado”, nos cuenta Iván Castro, product manager director de BQ: “qué móvil queremos vender, cómo va a ser la pantalla, qué tipo de cámara llevaremos, cuánto almacenamiento, etc. Se trata de un planteamiento teórico del dispositivo final”.

En este punto, la compañía ha creado entre 3 y 4 propuestas de producto. Será entonces cuando, gracias a la impresión 3D, harán diversos prototipos de cada teléfono para probar el manejo del terminal, tamaño, etc.

Esta fase cuenta con el trabajo de los departamentos más importantes de la compañía, que, a su vez, deben ‘negociar’ con los demás: “Junto con los equipos de mecánica y de hardware se eligen los componentes, se distribuyen por todo el teléfono y se diseñan los planos definitivos, que irán a fabricación”, explica Castro.

2. Test de Ingeniería (EVT) (3 meses)

Llega la hora del EVT (Enginering Validation Test). Es entonces cuando BQ fabrica 100-200 unidades para ir comprobando que los componentes del teléfono funcionan correctamente. Una vez fabricadas, serán sometidas a todo tipo de pruebas.

Las oficinas de la tecnológica en Madrid cuentan con una planta entera dedicada a este fin. Una serie de máquinas que someten a los móviles a unas pruebas de resistencia que, en honor a la verdad, resultan bastante divertidas de ver para el consumidor de a pie.

“Tenemos máquinas que tiran el móvil mil veces desde un metro de altura para ver cómo aguanta la caída, otras para probar el impacto del agua, para someterlo a distintas condiciones climatológicas o incluso ‘golpearlo’ hasta ver cuánto se necesitaría para que la pantalla realmente se deteriorase, etc”. Tras estas primeras pruebas, BQ puede hacer cerca de un 30% de cambios sobre su concepto inicial.

3. Test de Diseño (DVT) (1,5-2,5 meses)

En este punto se fabrican cerca de 250 unidades. De nuevo, el smartphone resultante vuelve a ser minuciosamente probado para comprobar su resistencia y los estándares de calidad de la compañía.

En todas estas pruebas el objetivo no solo consiste en observar el comportamiento de los materiales exteriores del teléfono, sino también su funcionamiento interno, asegura Iván Castro: “Hay que comprobar que ningún componente se mueve, que todos encajan bien, que la batería no se ve afectada por los golpes, que no se producen cortocircuitos, etc.”.

Sobre estos planos, como mucho, se aplicará un 10% de cambios para pasar a la siguiente fase.

4. Test de Producción (PVT) (1 mes)

Llegados a este punto, y una vez hechas las últimas pruebas en España, el smartphone ya está en el momento idóneo para producirse y fabricarse. A lo largo de estas tres últimas fases los smartphones de BQ habrán pasado por una validación multidisciplinar realmente compleja con más de 15.000 pruebas. En cada producto se analizan más de 11.000 parámetros entre componentes, conexiones y líneas de código, lo que supone aproximadamente 9.600 horas de trabajo de ingeniería. En paralelo, la compañía lleva a cabo todas las certificaciones, que son imprescindibles para la comercialización del producto.

Es entonces cuando el equipo de BQ fabrica entre 1.000 y 1.500 unidades y se asegura de que el proceso de producción es óptimo: “Ya tenemos diseñado el dispositivo y ya hemos hecho las pruebas que verifican que cumple nuestros estándares de calidad; ahora tenemos que comprobar que se puede producir en masa para poder venderlo”.

5. Producción

Una vez que todo está en perfectas en condiciones y los estándares han sido garantizados, la compañía entra en la fase final: la producción en masa de sus productos y su salida a los puntos de venta. En todos estos procesos se habrá invertido entre nueve y doce meses de diseño, innovación, desarrollo y fabricación. En total, un proceso aproximado de un año que dará a los smartphones de la compañía el empujón necesario para salir definitivamente al mercado.

Llegará entonces la hora de recoger los frutos de dicho trabajo y los resultados de venta. Según la consultora Kantar, BQ tuvo una cuota de mercado del 12% en venta de smartphones en 2016. Todo este trabajo ayudará a que siga teniendo éxito en los próximos años.