Los pilares de la digitalización
La seguridad y la ética
La economía digital ha cambiado por completo el funcionamiento de las empresas. Sin embargo, su implantación ha provocado el pago de un importante peaje, el de la seguridad. La rapidez y la disponibilidad de los recursos generados por el desarrollo de internet y los entornos digitales han favorecido el crecimiento exponencial de numerosas compañías y negocios, pero los riesgos a los que estas se exponen también se han multiplicado.
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Las empresas son conscientes de la necesidad de invertir en tecnología y digitalizar su oferta para poder seguir creciendo en un mercado tan competitivo como el actual. No obstante, este crecimiento también genera una serie de peligros que los directivos empiezan a tener en cuenta a la hora de plantear sus estrategias. De hecho, se prevé que el gasto global en seguridad de la información sobrepase los 100 billones de dólares en 2019, según Gartner.
La ciberseguridad no sólo es una tendencia necesaria y demandada, sino que es una parte fundamental en la construcción digital de una compañía. Alrededor de ella ha surgido un sector que aglutina a fabricantes de software y hardware, distribuidores y gestores de servicios que ponen en funcionamiento todo tipo de productos relacionados con la protección digital de las compañías.
El principal objetivo de los ciberataques y el tesoro que más deben proteger las compañías es la información, tanto interna, como de sus clientes. Por ello, los nuevos productos están integrando conceptos como la seguridad por diseño, las bases de datos de seguridad integradas, los controles de acceso dinámicos y la protección de aplicación en tiempo de ejecución. Además, esta filosofía de protección del 'big data' está revolucionando la identificación y la gestión de los accesos a cualquier plataforma.
La confianza digital se apoya también en la ética corporativa. Para obtener la fidelidad de los clientes y llegar a marcar la diferencia en la era tecnológica en la que nos encontramos, las empresas deben establecer un compromiso moral con sus entornos.
Aunque todavía es un área nueva para la mayoría de las empresas, el 83% de los encuestados en el informe 'Accenture Technology Vision' reconoce que la confianza es una piedra angular de la economía digital, tanto para fomentar el desarrollo de conexiones con posibles socios, como para cumplir con los reguladores y aseguradoras en ciberseguridad.
El interés por la confianza digital no se limita a los clientes, el 80% de los empleados están demandando también controles éticos más exhaustivos en los datos. Las compañías tienen que tener en cuenta a su fuerza de trabajo a la hora de implantar sus políticas de seguridad, realizando acciones formativas, ofreciendo incentivos y estableciendo penalizaciones relativas a la ética digital.
Los consumidores no pueden imaginar una vida sin las tecnologías digitales. Sin embargo, la seguridad se presenta como una barrera a la hora de afrontar el uso del 'Internet of Things'. Según el informe sobre el Consumidor Digital de Accenture, un 24% de los encuestados posponen la compra de dispositivos electrónicos y el 18% se deshacen de ellos hasta que se certifique su seguridad.
El proceso de compra está directamente relacionado con la confianza del consumidor en el proceso, la compañía y el producto.
La transparencia de las prácticas éticas y de seguridad puede hacer que tu empresa sea mejor valorada por el consumidor con respecto a la competencia.
Consideración
Abrazar una política de confianza digital requiere actualizaciones constantes en las plataformas conectadas.
Compra
Cuanto más confiables sean los productos y servicios, mayor lealtad presentarán los clientes.
Integración
Los clientes pueden convertirse en socios y formar parte de las plataformas de una compañía, lo que permitirá a esta una mayor libertad de acción.
Mantenimiento
Lealtad
La falta de seguridad genera unos riesgos que afectarán al comportamiento de los usuarios en su proceso de compra. El 82% de los encuestados en 'Accenture Technology Vision' coincide en que la falta de seguridad y de ética digital les ha excluido de participar en otras plataformas digitales y ecosistemas más amplios y ha afectado directamente a su estrategia en el mercado.
Los últimos datos reflejan, aún más la importancia de la ciberseguridad, también a nivel interno ya que el 69% de las empresas ha experimentado un robo o intento de robo de datos por parte de sus empleados en los últimos 12 meses. Según el estudio “The State of Cybersecurity and Digital Trust 2016’”, elaborado por HfS Research para Accenture los sectores de medios de comunicación y las TIC los más afectados por este hecho, con un 77%.
La investigación demuestra, además, cómo la falta de presupuesto para la contratación de talento experto en ciberseguridad y empleados bien formados está dificultando la habilidad de las organizaciones para defenderse de estos ataques.
El gran imperio de la manzana, Apple, ha sabido entender la importancia de la confianza digital y ha reforzado su política de seguridad tras la crisis de reputación que afectó a su servicio de iCloud en 2014. La compañía ha dirigido gran parte de sus esfuerzos a transmitir la transparencia en la utilización de los datos de seguridad de sus clientes.
Sus nuevas plataformas como Apple Pay y Healthkit son las nuevas apuestas en la aproximación del diseño por confianza de la compañía, reforzadas gracias a nuevas funcionalidades de seguridad como el acceso a través de la huella digital y la transición al ecosistema Apple.
