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Así van a transformarse los aviones para luchar contra el cambio climático

Cada vez somos más los seres humanos que optamos por el avión como método de desplazamiento, y cada vez lo hacemos con más frecuencia. Los datos son claros: el número de vuelos se ha incrementado en un 80% entre 1990 y 2014 y se espera que esta cifra crezca otro 45% entre 2014 y 2035.

Estos números, sin embargo, nos sumergen en otra realidad que no podemos obviar: según el European Aviation Environmental Report 2016, la aviación soporta el 2% de las emisiones de CO2 mundiales y se estima que aumente a un ritmo del 3-4% al año. En Europa, de hecho, las emisiones de este sector alcanzan el 3,6% del total, según las cifras analizadas por la Unión Europea.

Ante esta situación el sector aeronáutico se ha puesto en pie y ya está poniendo de su parte. Estas son algunas de las acciones que se están llevando a cabo para reducir las emisiones:

Aviones más ligeros

A día de hoy ya son varias las aerolíneas que llevan a cabo medidas tales como restringir el peso a bordo. En este sentido, Air Europa ha implementado en sus aviones una nueva pintura que usa dos capas menos, reduciendo de esta forma el peso, repeliendo la suciedad y, en definitiva, haciendo que los aviones vuelen de manera más eficiente.

Por otra parte, el proyecto Lightweight Project instalado por la aerolínea, reemplaza los carros de catering por otros más ligeros, disminuyendo hasta 225 kgs de peso en un vuelo. Si a eso le sumamos la menor carga de agua, obtenemos como resultado unos aviones que se desplazan de manera mucho más ligera.

Consumo de recursos

Consumir menos recursos pasa inexorablemente por hacer un uso más eficiente del combustible y contar con los aviones que mejor se adapten a esos niveles de consumo. A día de hoy, Air Europa, que cuenta con la certificación medioambiental ISO 14001 desde 2006 y la del reglamento europeo EMAS desde 2012, y dispone de una flota con una media de antigüedad de cuatro años, en la que destacan sus ocho nuevos Boeing 787-8, considerado el avión más eficiente que actualmente existe en el mercado.

Por otro lado y en armonía con la tendencia del sector, en 2017 la aerolínea redujo el consumo de combustible en un 3% en todos sus vuelos y en un 5% en los de larga distancia. En este sentido cabe destacar que a bordo cuenta con el EFB (Electronic Flight Bag), un proyecto que sustituye la documentación en papel por documentación electrónica y que anualmente se traduce en un ahorro anual de 228.000 kg de combustible.

Gestión de residuos

La compañía no solo segrega en todas sus oficinas los residuos asimilables a urbanos (papel, envases, vidrio y orgánico), sino que también lleva a cabo la segregación de residuos a bordo. Entre enero y septiembre de este año se realizaron 33 inspecciones, incluyendo todas las flotas, en las bases de Madrid, Valencia, Barcelona, Las Palmas, Tenerife, Bilbao y Málaga para garantizar que dicha separación se lleva a cabo de forma correcta.

Todos los residuos peligrosos se tratan a través de gestores autorizados. Para ello, el enlace medioambiental de cada departamento se asegura de que todos los residuos especiales y peligrosos sean correctamente gestionados por el gestor, además de introducir todos los datos en la herramienta interna de gestión ambiental de la compañía. Desde el departamento de sistemas de gestión se lleva un control de todos los residuos que genera la aerolínea.

La aviación soporta el 2% de las emisiones de CO2 mundiales y se estima que aumenta a un ritmo del 3-4% al año

Consumir menos pasa por hacer un uso más eficiente del combustible y contar con aviones más modernos

El programa LIDO es un software que optimiza la planificación de las rutas evaluando el precio del combustible, la duración del vuelo o la meteorología

Formación interna

La concienciación empieza en uno mismo, así que los empleados de la aerolínea están inmersos en diversos programas de gestión de calidad y medioambiente. De hecho, todos los departamentos cuentan con la figura de un enlace de medioambiente, que se asegura de que todo el personal reciba la atención y formación necesaria para ajustarse a los parámetros de gestión eficiente de la aerolínea.

Para reforzar esta concienciación medioambiental, la aerolínea apuesta también por la comunicación interna y desde Sistemas de Gestión se remiten noticias vinculadas a temas ambientales y se elaboran boletines de comportamiento ambiental en los que se registran la evolución departamental.

Emisiones de C02

Aparte de las ya mencionadas, Air Europa ha implementado otras medidas destinadas a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Entre ellas se encuentra el programa LIDO, un software que optimiza la planificación de las rutas evaluando datos como el precio del combustible, la duración del tiempo de vuelo, la meteorología o el viento y que se traduce en una mejora en el ahorro del combustible o el nuevo programa de lavado de compresores, que permite reducir igualmente el consumo.

¿Cómo serán los aviones del futuro?

Aviones que adaptan sus horarios

Las altas temperaturas inciden en el consumo de recursos generados en un avión. Por eso, según un estudio de la Universidad de Reading, en las próximas décadas serán muchas las aerolíneas que adaptarán los horarios de sus aviones, evitando las horas de mayores temperaturas y optando por opciones en que la climatología sea más favorable para despegar.

Bio- combustibles

Ante la limitación de recursos, urge encontrar nuevas alternativas. Todavía se trata de proyectos en fase de pruebas, pero ya son varias las aerolíneas que están convirtiendo los residuos domésticos (envases plásticos y pañales, entre otros) en biocombustible para aviones. De hecho, ya hay vuelos que han salido adelante gracias a técnicas como la mezcla de aceite de coco y aceite de babasú.

Optimización de rutas

El espacio aéreo no es ilimitado, con lo que conviene ser eficiente también en este aspecto. Así pues, según la International Civil Aviation Organization (ICAO), en el futuro las aerolíneas apostarán por optimizar sus rutas y frecuencias de vuelo, además de incrementar sus volúmenes de carga y hacer un uso más eficiente del espacio aéreo.

Menos emisiones y más energías renovables

En octubre de 2016, la ICAO cerró un acuerdo entre países para la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera en el espacio aéreo. En cualquier caso, a veces este tipo de emisiones son inevitables, pero pueden traer consigo iniciativas compensatorias. En el mismo acuerdo, las aerolíneas de los 191 países firmantes se han comprometido también a invertir en proyectos como la construcción de centrales de energías renovables.