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Todo lo que puedes hacer para ahorrar en tu factura de la luz y el gas

Un proyecto de EC BRANDS

La eficiencia energética es cosa de todos. Y por supuesto, también tuya. ¿Sabías que cada hogar en España podría ahorrarse de media 300 euros al año si cumpliese con todas las medidas de eficiencia energética? Eso supondría 5.350 millones en total que se ahorrarían todos los españoles. Y cuanta más eficiencia, menos pobreza energética.

Si quieres saber qué puedes hacer tú ahora mismo, en tu propia casa, para ahorrar energía haciendo un gasto más eficiente, síguenos, que te lo mostramos.

En casa

En España, cada hogar podría ahorrarse unos 300 euros al año en su factura energética, lo que supone el 27% del dinero que dedicamos a darnos luz y energía, simplemente haciendo unos pequeños cambios para ser más eficientes.

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Las cocinas de gas consumen menos que las eléctricas, pero si optas por las segundas, que sean de inducción: consumen menos energía y se aprovecha mejor el calor. Si no puedes elegir y tienes una vitrocerámica sin inducción, aprende a aprovechar el calor residual apagando el fuego unos 5 o 10 minutos antes de terminar de cocinar.

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Las ollas rápidas consumen hasta un 70% menos que las ollas normales. Recuerda mantenerla tapada para conservar el calor y que los alimentos se cocinen antes.

En España, cada hogar podría ahorrarse unos 300 euros al año en su factura energética, lo que supone el 27% del dinero que dedicamos a darnos luz y energía, simplemente haciendo unos pequeños cambios para ser más eficientes.

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Fija la temperatura de la nevera entre 3 y 7 grados, y la del congelador a -18. Con eso es suficiente para conservar los alimentos y cada grado menos supone un aumento del 5% en el consumo.

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Un microondas es mucho más eficiente que un horno, así que opta por usar el primero. Pero si quieres cocinar con horno, sigue estos consejos: ábrelo lo menos posible durante la preparación para evitar las pérdidas de calor y apágalo unos minutos antes de terminar para aprovechar el calor residual.

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No pongas el lavajillas en marcha hasta que no esté lleno, pero tampoco lo sobrecargues o superpongas unas piezas con otras o el agua no entrará bien, los cacharros saldrán sucios y tendrás que volver a fregarlos.

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Entre el 80 y el 85% del consumo eléctrico de la lavadora se va en calentar el agua. Lava la ropa con el agua a la menor temperatura posible y nunca la pongas si no está llena. En cuanto al secado, hacerlo al aire y con el sol es la forma más eficiente, pero si no puedes, una secadora de gas es más eficiente que una eléctrica.

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El 40% de las pérdidas de calor de una casa se producen por las ventanas. Renueva la carpintería por otra más aislante y eficaz, e instala doble vidrio para evitar las fugas de calor.

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Pon el termostato entre 19 y 21 grados cuando estés en casa y échate un jersey por encima si tienes un poco de frío; y entre 15 y 17 cuando no estés para evitar que se enfríe y necesites volver a calentarla desde cero.

Tu comunidad

El 40% del consumo energético en la Unión Europea corresponde a edificios con comunidades de vecinos, que pueden reducir su consumo si se ponen de acuerdo y ponen en marcha algunas medidas que favorezcan la eficiencia de ese consumo.

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El aislamiento de los edificios es esencial para mantener la temperatura deseada dentro de los hogares sin que haya pérdidas de calor. Aun así, el 80% de los edificios carece del aislamiento adecuado y el 70% de esas pérdidas se produce por la fachada. Rehabilitar la fachada y mejorar el aislamiento supone reducir hasta un 40% el consumo energético.

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Cambiar la caldera central de gasoil a gas natural en una comunidad con 40 viviendas puede suponer un ahorro de 12.000 euros al año. Además, el combustible no necesita transporte ni almacenamiento especial, lo que facilita su mantenimiento y abarata sus costes.

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Si en tu edificio hay un sistema de calefacción central, reparte los gastos. Instalando repartidores en cada radiador de cada casa se puede contabilizar el consumo real exacto de cada una y así repartir el gasto de calefacción de forma proporcional.

El 40% del consumo energético en la Unión Europea corresponde a edificios con comunidades de vecinos, que pueden reducir su consumo si se ponen de acuerdo y ponen en marcha algunas medidas que favorezcan la eficiencia de ese consumo.

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La iluminación de la escalera es el segundo mayor gasto energético de una comunidad después de la calefacción. Instalando detectores de presencia y cambiando las bombillas tradicionales por otras de led ahorraréis en consumo y en dinero.

Electrodomésticos

Los electrodomésticos suponen alrededor del 12% del consumo energético en el hogar. Gracias al etiquetado podemos saber, a la hora de comprarlos, si estamos tomando una buena decisión en cuanto a eficiencia energética.

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La etiqueta varía del verde oscuro y la A o A+++ para los más eficientes (hasta un 55% menos del consumo energético medio), al rojo y la G para los menos (consumo hasta un 125% por encima de la media).

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La diferencia de precio entre un electrodoméstico de tipo A y uno de tipo G puede parecer muy grande, pero gracias a la diferencia en el consumo eléctrico, esa cantidad se recupera en 5 años.

Los electrodomésticos suponen alrededor del 12% del consumo energético en el hogar. Gracias al etiquetado podemos saber, a la hora de comprarlos, si estamos tomando una buena decisión en cuanto a eficiencia energética.

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El consumo energético de un frigorífico depende de su capacidad, número de compresión, disposición, estado de funcionamiento... El consumo medio de un frigorífico combi de 320 litros útiles y categoría D es de 594,95 kWh al año, mientras que uno de las mismas características de la máxima eficiencia, de la categoría A++ puede ahorrar un 70% de ese consumo.

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En el etiquetado del horno electrodoméstico se distinguen tres categorías de horno, según su capacidad: pequeño, mediano y grande. La asignación de categoría por su consumo específico. Se utiliza como referencia lo que consume un horno con carga normal: si es pequeño, 1 kWh; si es mediano, 1,2 kWh; si es grande 1,4 kWh. Esas son las categorías C-D. A partir de ahí, según el consumo de cada marca y modelo se les coloca por encima o por debajo.

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El etiquetado del lavavajillas depende de la eficacia de lavado, de secado, el consumo de agua por ciclo y el consumo de energía por ciclo. Al pasar de un modelo de categoría D por un de categoría A se pueden ahorrar más de 100 euros en toda la vida útil del aparato. Además, hay que elegir según nuestras necesidades de carga: si normalmente tenemos pocos platos que lavar, un lavavajillas más pequeño hará que ahorremos energía y agua. Conviene también que tenga ciclos en frío y económicos.

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En las lavadoras, además del etiquetado general, podemos ver su eficiencia de centrifugado, el consumo de agua y el consumo de energía por ciclo. Elegir la temperatura de lavado y la posibilidad de ciclos fríos y económicos también nos ayudará a ser más eficientes. Cambiar una lavadora de tipo D por una de tipo A permitirá ahorrar más de 300 euros en electricidad durante toda la vida del aparato.

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En la etiqueta de las secadoras se especifica también su capacidad de carga, el consumo de energía por ciclo y el tipo de secado, si es por extracción o por condensación. Cambiar una secadora de tipo de D por una de tipo A puede suponer un ahorro de energía de casi el 50% y unos 190 euros a lo largo de la vida de la secadora.

Pymes

Las pymes podrían ahorrar hasta un 24,14% de la energía que consumen si implementasen medidas de eficiencia energética. Eso supone un ahorro total de 4.105 millones de euros al año.

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La hostelería: el sector más eficiente con un 6,2 sobre 10. El 71% de los restaurantes y cafeterías, y el 65,3% de los hoteles realiza o tiene pensado realizar acciones en favor de la eficiencia energética para mejorar el ahorro.

Las pymes podrían ahorrar hasta un 24,14% de la energía que consumen si implementasen medidas de eficiencia energética. Eso supone un ahorro total de 4.105 millones de euros al año.

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El sector de los servicios profesionales podría ahorrarse un 26,3% de su factura energética si tomase medidas para favorecer la eficiencia, seguido del sector del comercio, con un potencial de ahorro del 25,1%.

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Canarias lidera el ranking de la CCAA más eficiente con un 6,7 sobre 10. La media nacional se sitúa en 5,9. Por encima están Castilla y León (6,1), Baleares (6), Cantabria (6), Comunidad Valenciana (6), Extremadura (6), Galicia (6), Murcia (6), y Navarra (6). Andalucía está justo en la media (5,9) y por debajo se sitúan Aragón (5,8), Asturias (5,5), Castilla-La Mancha (5,7), Cataluña (5,8), Comunidad de Madrid (5,8), País Vasco (5,6) y La Rioja (5,2).

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Las medidas de eficacia más habituales: utilización de monitores planos en los ordenadores (el 85% lo hace), el control de las cámaras frigoríficas (más del 70%), el control de los hornos en la industria (más de 70%), el control de las calderas en la industria (control de emisiones y regulación con un 72%, y limpieza habitual de quemadores con un 94%) y la iluminación independiente de todas las zonas de las instalaciones (79%).