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Construyendo puentes con jóvenes de entornos vulnerables

Natalia Lázaro Prevost

"Umuntu, nigumuntu, nagamuntu". Una persona es quien es gracias a los demás, dice este dicho popular sudafricano.

N

elson Mandela utilizó esta frase para liderar la transición pacífica en su país y se basó en la filosofía Ubuntu donde “si todos ganan, tú ganas”. No suele ocurrir que un concepto africano se adopte en Europa como ejemplo a seguir. Sin embargo, Rui Marques es consciente de que en África no solo hay desastres y hambruna, sino ideas muy valiosas para construir una sociedad más justa. Por eso, tras finalizar su función pública en Portugal como Alto Comisario para la Inmigración y el Diálogo Intercultural, fundó la Academia de Líderes Ubuntu, un concepto africano que ya está triunfando en todo el mundo.

“La idea de Ubuntu es crear paso a paso un cambio sistémico en un mundo que está marcado por la fragmentación y el conflicto. Identificamos un gran reto, que fue cómo involucrar a los jóvenes que proceden de entornos vulnerables para ser parte de la solución”, apunta Rui Marques. Su objetivo es construir puentes con jóvenes líderes que forman e inspiran “para que puedan ser los auténticos agentes del cambio en sus comunidades, trabajando en proyectos sociales que ya existen o como emprendedores. También formamos a otros jóvenes no vulnerables que quieren trabajar en estos contextos”.

Para conseguirlo han desarrollado el método Ubuntu, basado en cinco pilares. Rui Marqués los define así: “El autoconocimiento, porque el primer paso para una verdadera transformación necesita una conciencia realista de nuestras potencialidades y limitaciones; la autoconfianza, para que cada participante sea capaz de rechazar discursos de resignación y victimización; la resiliencia, que es la capacidad de transformar obstáculos en oportunidades; la empatía, tomando conciencia de que nos volvemos más humanos cuando nos acercamos y nos dejamos completar por el otro y el servicio, para que no se conformen con la realidad y se comprometan a mejorarla”.

Estas cinco dimensiones son las que incluyen en su programa intensivo de formación de formadores para jóvenes entre 15 y 35 años. Pasan por un proceso de selección que empieza por el apoyo de una organización. Esta tiene que hacer una carta de recomendación donde se identifique el potencial de liderazgo del candidato. “Muchos jóvenes tienen una historia de inmigración porque en nuestros países tenemos una sobrerrepresentación de los inmigrantes en las zonas más pobres pero, aunque están muy presentes, no es exclusivo para ellos”, aclara el creador del proyecto.

Filosofía Ubuntu

Una vez conformado en grupo, todos los participantes se reúnen un fin de semana de cada mes en una casa rural donde trabajan de forma colaborativa con invitados que comparten sus experiencias, haciendo debates, viendo documentales, etc. “Son grupos de distintas nacionalidades, con una gran diversidad, donde se crea una relación muy fuerte. Cada fin de semana trabajamos un tema y presentamos ‘role models’ como Martin Luther King o Mahatma Gandhi, pero también líderes locales. Además, utilizamos el ‘personal storytelling’ e invitamos a los jóvenes a contar sus propias experiencias de vida para convertirse en fuente de inspiración para los demás”.

Para Rui Marques el mayor logro conseguido es convencerlos de que sus acciones cuentan. “Tenemos que trabajar en dos dimensiones. Por un lado, con la percepción interna que tienen sobre ellos mismos y, por otro, influyendo sobre la realidad. Normalmente tienen una baja autoestima y la convicción de que no es posible tener una vida diferente. Haciendo frente a estos obstáculos, a una vida marcada por la discriminación y la desigualdad de oportunidades, es posible que su talento mejore las cosas”, subraya.

“La inspiración y la motivación deberían tener más peso en las universidades”

“Para nosotros es muy claro que hoy el mundo necesita líderes que puedan ser constructores de puentes. La dignidad humana en nuestra sociedad actual ha sido herida y uno de nuestros grandes retos es trabajar por su defensa y restauración”, reivindica Rui Marques. En su opinión, la solución solo puede pasar por la educación, el esfuerzo y el trabajo con los jóvenes. “Nuestras sociedades dependen del capital social que tienen. Tenemos fracturas muy importantes en los países europeos y es imprescindible trabajar con líderes activos de distintas comunidades. Necesitamos muchos constructores de puentes”, remata.

La Academia de Líderes Ubuntu se basa en un tipo de liderazgo donde el servicio y la responsabilidad con los demás es el centro de motivación para la acción. “En Europa nos estamos quedando con dos tipos de innovación, la tecnológica y la científica”, lamenta Rui Marques. “La tecnología más importante que tenemos es el ‘software’ humano, lo que está dentro de nuestra cabeza y nuestro corazón. Para ser emprendedor, antes de adquirir competencias técnicas es fundamental trabajar sobre el sentido y el propósito de nuestro trabajo. La inspiración y la motivación deberían tener más peso en las universidades”.

La Academia de Líderes Ubuntu, apoyada por la Fundación Calouste Gulbenkian, arrancó en Portugal y ya ha alcanzado una dimensión global. Su creador celebra que el potencial está en “su capacidad de ser universal haciendo las adaptaciones necesarias a cada realidad local”. Además, el método Ubuntu utiliza el ‘open source’ de manera que todo el material es de acceso libre y gratuito. A través de la Ubuntu Global Network están presentes en países como Colombia, Filipinas, Mozambique o Guinea Bissau. En España colaboran, entre otras organizaciones, con la Fundación Tomillo de Madrid. También están tendiendo puentes con los refugiados en Grecia e incluso entre jóvenes de las dos Coreas para intentar un acercamiento entre el Norte y el Sur.

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