Hacia un futuro mejorPowered by

La innovación también pasa por desterrar el yeso de la escayola

Jaume Esteve

Esta nueva escayola elimina de un plumazo algunas de las molestias ocasionadas por la inmovilización como las úlceras y picores y permite iniciar antes el proceso de recuperación

J

ordi Tura es el CEO de Xkelet, una compañía española con sede en Girona que se ha propuesto un reto titánico: acabar con el concepto de escayola por una férula impresa en 3D y, por el camino, abaratar su coste para que esa solución se implante en todo el planeta. ¿Cómo lo piensa hacer? Xkelet basa su modelo de negocio en tres pilares: un escáner capaz de medir las extremidades con una gran precisión, un software encargado de dar forma a la férula y una impresora 3D que fabrica la pieza. ¿El resultado? Una inmovilización a medida “en menos de seis horas”.

“Somos la única empresa del mundo que puede escanear y fabricar una movilizacion virtual en menos de dos minutos gracias a un software basado en 'machine learning' (aprendizaje automático)”, explica, orgulloso Tura. Pero para llegar hasta este punto han tenido que pasar unos cuantos años. Todo comenzó cuando un antiguo socio del CEO de Xkelet se rompió una pierna y la tuvo inmovilizada dos meses. Poco tiempo después, la pareja se topó con un proyecto de fin de carrera centrado en impresión de férulas en 3D y ambos vieron en esa idea una gran oportunidad para revolucionar el sector médico y mejorar la calidad de vida de todas esas personas que, a lo largo de sus vidas, tienen que lidiar con una fractura.

Una escayola impresa en 3D poco tiene que ver con una tradicional. Al desaparecer el yeso no solo quedan en el olvido los dibujos y las firmas de nuestros amigos y familiares, también queda a la vista la extremidad, lo que elimina de un plumazo algunas de las molestias ocasionadas por la inmovilización (úlceras, picores, problemas musculares...) y permite iniciar el proceso de recuperación mucho tiempo antes. “No es lo mismo iniciar la recuperación cuando te quitan el yeso que hacer magnetoterapia o recuperaciones pasivas en el momento en que el hueso este solidificado y el callo óseo [un tejido que se forma en la zona fracturada] esté bien. Así, la recuperación será más fácil”, explica Tura.

Una prótesis de Xkelet está formada por varias piezas que encajan como un guante y que se mantienen unidas por unas gomas. “Queremos mejorar la vida de la gente y marcar un punto de inflexión para mostrar una alternativa a algo que existe desde el siglo XIX”, sostiene el responsable de la firma.

“Queremos marcar un punto de inflexión para mostrar una alternativa a algo que existe desde el siglo XIX”

Los años han pasado, Tura se ha quedado solo al frente de Xkelet con un equipo de “unas seis o siete personas” y el modelo empresarial de la firma ha variado ligeramente en los últimos meses. De centrarse en un primer momento en el desarrollo de un software para el escaneo y la fabricación de férulas gracias a terceros, a un modelo en el que pretenden ofrecer un paquete completo para que sean los profesionales médicos los que puedan contratar una solución a medida que les permita desarrollar todo el proceso desde una clínica o una consulta.

Una de las grandes armas con las que cuenta Xkelet, en palabras de Tura, es el escáner que ha desarrollado la firma. “Tenemos un software que corrige los problemas de escaneo y nos permite una precisión del 99%”, afirma. ¿Cuáles son esos problemas? No hablamos de grandes impedimentos técnicos sino de factores relacionados “con la luz o factores ambientales”. Pero esa parte del proceso es vital para tener éxito a la hora de fabricar una escayola 3D: “Te puedes desviar de 3 mm a 1,5 cm en función de diversos factores. Si quieres construir un sillón o una cama, 1 cm no es un contratiempo. Pero para una inmovilización de una extremidad, que tiene que ser perfecta, 3 mm te suponen un grave problema”.

Con esa herramienta de escaneo, el software y acuerdos con fabricantes de impresoras 3D, Xkelet pretende poner en el mercado durante los próximos meses una solución en la que ellos ofrecen el paquete completo a los centros médicos: “Generamos un contrato de renting entre ellos y las empresas por el que se les ceden iPads, escáners, impresoras 3D, consumibles... Y son las empresas las que generan su propio modelo de negocio. No necesitamos de un equipo enorme para generar el producto y utilizamos materiales con certificación ISO y biocompatibles”.

¿El objetivo? Comenzar a comercializar el producto en los próximos meses tanto en nuestro continente como en Sudamérica u Oriente

La compañía ya ha comenzado a hacer las primeras pruebas con pacientes reales y está esperando la aprobación de las autoridades para comenzar con los estudios clínicos en Europa. ¿El objetivo? Comenzar a comercializar el producto en los próximos meses tanto en nuestro continente como en Sudamérica u Oriente.

La firma ha llamado la atención durante los últimos años tanto de la Comisión Europa como de prestigiosos premios relacionados con el diseño. Xkelet se hizo con el Red Dot Design Award en 2016 en el área de salud mientras que la Comisión Europea incluyó a la compañía en la lista de firmas seleccionadas como empresas innovadoras en el proyecto Horizon 2020. Un año, el 2020, en el que Xkelet ya debería haber tomado el mercado. Lo sabrán el primer día que vean una ferula más propia de una película de ciencia ficción que de un hospital.

Artículos relacionados

Hacia un futuro mejor