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Tres símbolos para que 350 millones de daltónicos puedan identificar colores

Natalia Lázaro Prevost

Un símbolo para el amarillo, otro para el rojo y otro para el azul. Solo con eso Miguel Neiva ha conseguido que los daltónicos se sientan parte de la sociedad

D

icen que la simplicidad es la clave de la brillantez o, en palabras de Leonardo Da Vinci, “la máxima sofisticación”. Y esta es la que ha alcanzado el diseñador gráfico portugués Miguel Neiva con ColorADD, una solución pionera que ya está permitiendo a los daltónicos identificar cualquier color y promete extenderse por todo el mundo.

Es un nuevo lenguaje de símbolos basado en tres sencillas formas: una línea diagonal para el amarillo, un triángulo para el rojo y otro triángulo invertido para el azul -los tres colores primarios- y que, combinados, permiten interpretar cualquier color a partir de la forma.

Se estima que 350 millones de personas sufren daltonismo en el mundo y que un 90% de la comunicación está basada en el color. Neiva había tenido siempre una sensibilidad especial por el color, su herramienta de trabajo dentro del diseño gráfico. Ocho años de investigación le valieron el reconocimiento de Naciones Unidas en el World Summit Awards o el Banco Europeo de Inversiones, entre otros.

En la actualidad podemos encontrar el código de ColorADD en espacios tan relevantes como las líneas de señalización de distintos hospitales portugueses, las banderas de seguridad de las playas o el metro de Porto. También en etiquetas de la ropa, lápices de colores, o juegos como las cartas UNO. Además, han iniciado un plan de expansión y España está entre sus principales objetivos.

ColorADD

“No existía nada, era un tabú”

Miguel Neiva no es daltónico y aún así decidió convertir el daltonismo, una alteración genética que impide a quienes la padecen distinguir los colores, en el eje principal de su trayectoria profesional. Desde pequeño había tenido una preocupación especial por el color. Temía perder la visión de los colores con el paso del tiempo pero no fue hasta que decidió elegir esta temática para centrar su trabajo fin de máster cuando se dio cuenta de que este era un temor muy poco probable. Al mismo tiempo constató que “había una escasez absoluta de proyectos que se adaptasen a las necesidades de estas personas. No existía nada, era un tema tabú en Portugal pero también en el resto de países”.

"Hemos demostrado que las compañías pueden ganar dinero haciendo bien a la sociedad"

Entonces decidió aportar una solución: “Decidí hacer un proyecto que no fuese para mí sino para todos. Si yo fuese daltónico hubiese tratado de encontrar una solución acorde a mi grado de daltonismo. Como no lo soy, fui trabajando para encontrar un recurso universal”.

ColorADD es un lenguaje universal basado en los colores primarios: “Lo que yo hice fue desarrollar un símbolo para el amarillo, otro para el rojo y otro para el azul de manera que con solamente tres símbolos gráficos sea posible interpretar toda la paleta de colores”. Además, existen otros dos símbolos para el blanco y el negro que permiten diferenciar las tonalidades: “He conseguido que con 3 símbolos 350 millones de daltónicos puedan identificar cualquier color”.

Objetivo: normalizar millones de vidas

Aunque con frecuencia las personas daltónicas no distinguen los verdes de los rojos, y a veces los azules, hay distintos grados de daltonismo. Mientras algunas personas son capaces de distinguirlos normalmente cuando hay buena luz, otras no pueden detectarlos en ninguna situación.

Neiva quiere “contribuir a recuperar la autonomía y el autoestima de personas que han tenido que renunciar a las carreras profesionales que soñaban o a actividades tan rutinarias como conducir un coche”.

A día de hoy, ColorADD está muy presente en Portugal (medicamentos, líneas de señalización de hospitales, líneas de metro, las banderas de seguridad de las playas…). Pero también en empresas de Brasil, Alemania, Japón o Estados Unidos. Hasta Metro de Madrid se ha interesado por su código para su Plan de Accesibilidad e Inclusión de la Comunidad de Madrid en metro 2016-2020.

Metro do Porto

La experiencia de este diseñador portugués le permite afirmar que “adaptar los productos a los daltónicos no es solo un acto de responsabilidad social corporativa sino que hemos demostrado que las compañías pueden ganar dinero haciendo bien a la sociedad”. Ejemplo de ello es la empresa portuguesa de lápices de colores Viarco, que ha reconquistado el mercado que había perdido y ahora exporta a países donde nunca había estado presente. De esta forma, “el retorno económico es una consecuencia, no el fin”, aclara este emprendedor social de Ashoka.

Mirando al futuro, el ideólogo de ColorADD aspira a "crear el movimiento ‘me too’ –yo también– entre las empresas que utilicen el color para la comunicación de sus productos pero no queremos que sea una obligación, sino una recomendación para que cada una decida libremente”. Su innovación promete ser una revolución social ya que persigue “un crecimiento sistémico y exponencial de adopciones del código que se dará de forma natural cuando la gente vea que lo necesita”. No existe cura para el daltonismo y, en su opinión “es responsabilidad de todos crear las condiciones para que el día a día de estas personas sea accesible para todos”.

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