Cuatro millones de personas mueren anualmente por el humo y los incendios domésticos causados por métodos precarios de iluminación o cocinado y casi dos millones de personas fallecen por el consumo de agua insalubre.

Es la consecuencia más grave de la carencia de servicios básicos como electricidad, agua potable, saneamiento o cocinas seguras. Una situación que afecta a miles de millones de personas. Así, se estima que más de 1.000 millones de personas no tienen acceso a electricidad, 600 millones no disponen de agua potable, casi 2.000 millones carecen de instalaciones de saneamiento y 3.000 millones utilizan métodos no seguros para cocinar.

La Fundación Acciona Microenergía, que articula la acción social de la empresa Acciona, está implantando modelos sostenibles económica, técnica y medioambientalmente para dar acceso a servicios básicos a poblaciones en vías de desarrollo.

Hasta ahora, la fundación se había centrado en llevar luz eléctrica a comunidades aisladas de México y Perú mediante sistemas fotovoltaicos domiciliarios que han beneficiado a casi 11.500 familias hasta el momento. Ahora, mediante el Programa EncASa, llevará también agua potable, saneamiento y cocinas seguras a localidades que no disponían de ellas. Sistemas y equipos adaptados a los hábitos de las comunidades locales y cuya instalación lleva aparejado un proceso de formación para los usuarios y la creación de redes de emprendimiento local que den sostenibilidad al modelo de suministro.

Electricidad, agua potable, saneamiento y cocinas seguras

En el estado de Oaxaca, el 25% hogares no tienen instalaciones adecuadas para el saneamiento, el 12,6% no tiene acceso a agua corriente potable, el 3,1% carece aún de electricidad y en más del 40% se emplean cocinas de leña/carbón sin chimenea.

El programa Luz en Casa Oaxaca ha proporcionado luz eléctrica a más de 7.500 familias

Allí, en colaboración con el Gobierno de Oaxaca y las agencias de cooperación para el desarrollo de España y de México, Acciona facilitará estos servicios a localidades con menos de 500 habitantes que se encuentren en situación de pobreza extrema.

El primer paso será un piloto para después extrapolar la experiencia a más comunidades. “Una vez que hayamos validado el modelo, el objetivo que nos planteamos será extenderlo a miles de hogares en el Estado de Oaxaca que tengan esta carencia”, explica José Gabriel Martín, director-gerente de la Fundación Acciona Microenergía.

Así, el programa EncASa facilitará el acceso a la electricidad a 1.000 familias mediante sistemas fotovoltaicos domiciliarios de tercera generación, dando así continuidad al programa Luz en Casa Oaxaca, que desde 2012 ha proporcionado luz eléctrica a más de 7.500 familias oaxaqueñas de zonas rurales sin expectativas de conexión a la red.

Para el resto de servicios, se están diseñando sistemas sostenibles, técnica y económicamente, y adaptados a la orografía, clima y costumbres de las diversas comunidades rurales del Estado de Oaxaca.

En cuanto al agua y el saneamiento, se implantarán sistemas adaptados al nivel de pluviosidad de cada localidad (árido, semiárido y húmedo), combinando diversas tecnologías de abastecimiento, como la captación pluvial, pozos de bombeo manual o solar y los manantiales. Los tratamientos de potabilización pueden ser a través de filtración o la cloración comunitaria o domiciliaria, según los casos. El saneamiento llegará en forma de baños domiciliarios secos o húmedos con biogestor, en función de cada comunidad.

El acceso a las cocinas seguras se hará mediante instalaciones domiciliarias con base de biomasa y chimeneas adaptadas que evitarán las intoxicaciones por humo e incendios fortuitos, una de las principales causas de mortalidad femenina en la región.

Sostenibilidad económica y microemprendedores locales

Fundación Acciona Microenergía no solo proporciona la solución técnica sino que ha diseñado un modelo de sostenibilidad económica basado en el pago inicial de las infraestructuras o el pago de cuotas mensuales de manera asequible para los usuarios. “Con esto buscamos que los usuarios aprecien el servicio, lo valoren, pero también que empiecen a exigir un servicio por el que han pagado y que consideramos básico”, apunta Martín. “Queremos que perdure y no centrarnos solo en el suministro de equipos”.

Se hace especial hincapié en la implicación de la población femenina

Otra de las oportunidades que genera este programa es la red de microemprendedores locales cuyo objetivo es que los propios habitantes se encarguen de asegurar todos los servicios. Se les forma en aspectos de gestión, emprendimiento y en aspectos técnicos que les permita conocer el funcionamiento de los equipos.

Desde las primeras fases, la compañía hace partícipe a la comunidad. Es ella la que deberá definir y adaptar el modelo de suministro que quiere. Asimismo, se hace especial hincapié en la implicación de la población femenina. “Cada comunidad elige a su comité de representación donde, al menos, un miembro debe ser mujer. Además, tratamos que los emprendedores locales sean mujeres o estén apoyados por mujeres, generando expectativas laborales para este colectivo”.

“La electricidad repercute directamente en la renta de una familia, por ejemplo, incrementa el número de horas que se pueden dedicar a actividades productivas e incluso las horas de estudio de los niños en periodos de escolarización”, concluye el director gerente de la fundación, José Gabriel Martín.

Un banco puede ser sostenible y devolverle a la sociedad todo lo que la sociedad le aporta como empresa. Bankinter lo lleva demostrando varios años con un plan integral que comenzó en 2012 y que se alargará hasta 2020. Ahora, después de cinco años reforzando su buena gestión social, ambiental y su buen gobierno corporativo, la entidad obtiene un importante reconocimiento: cotizar como valor dentro del Dow Jones Sustainability Index Europe.

Es la primera vez que entra en este índice y el orgullo de su equipo es palpable. “Es un reconocimiento a nuestra buena gestión extrafinanciera y un incentivo para seguir afianzándonos en el cumplimiento de las mejores políticas de sostenibilidad”, explica Inés García Paine, directora de Comunicación y Responsabilidad Corporativa de Bankinter. Es un índice de prestigio mundial que reconoce a las mejores empresas del mundo en el compromiso y ejecución de políticas sostenibles.

“Que el Dow Jones reconozca nuestro trabajo supone una tarjeta de presentación para inversores que quieran destinar capital a empresas comprometidas”, explica la directora de comunicación y responsabilidad corporativa. “Además, supone contar con unas buenas credenciales ante nuestros grupos de interés en general, y ante los inversores en particular, que progresivamente van destinando capital a empresas comprometidas con el buen gobierno, con la sociedad y con el medio ambiente”, apunta.

Bankinter comenzó con su plan Tres en Raya en el periodo 2012-2015 y continúa impulsando su compromiso económico, social y ambiental con el segundo plan, Tres en Raya 2016-2020. Este engloba un amplísimo proyecto de acciones y apoyo a diferentes sectores de la sociedad.

¿A qué aspira Bankinter en el futuro? A ser el banco español de referencia en materia de sostenibilidad

Como ejemplo, en el ámbito económico -una de las patas de Tres en Raya-, la entidad está adherida a los Principios del Ecuador, una iniciativa internacional cuyo objetivo es evaluar y gestionar riesgos medioambientales y sociales de proyectos financiados por el banco.

Otra muestra de avance en el compromiso puede verse en su relación con sus proveedores: Bankinter, en su proceso de homologación, los ha categorizado en función de criterios ambientales y sociales, criterios que se han añadido a los que ya tenía en materia de precio, calidad, solvencia y otros más de reciente implantación, como riesgos laborales y seguridad.

En cuanto al foco sobre el eje social, el banco español mantiene un diálogo continuo con agentes sociales internos y externos para conocer sus necesidades y expectativas para analizar en qué medida el banco puede y debe darles respuesta. Un ejemplo: su participación en el programa ‘Tus finanzas, tu futuro’, que busca el desarrollo de habilidades y conocimientos por parte de estudiantes de Secundaria y Bachillerato en el manejo de la economía doméstica.

La educación financiera es parte del ADN de Bankinter y el banco ha querido que esta formación también esté adaptada al lenguaje de signos para hacerla accesible al colectivo de personas sordas. Dentro de este marco, muy enfocado hacia las personas con discapacidad intelectual, colabora con distintas organizaciones para la integración sociolaboral de dicho colectivo.

Por otra parte, la entidad financiera ha reforzado este año su apoyo a los emprendedores, uno de los motores para revitalizar la economía y crear empleo. ¿Cómo? Apoyando programas enriquecedores que ponen en contacto a directivos, jubilados y en activo, que transmiten sus conocimientos de manera altruista a las microempresas innovadoras.

A nivel medioambiental, la tercera pata del plan Tres en Raya, Bankinter sigue manteniendo su objetivo de operar de manera respetuosa con su entorno. Y los resultados son ya visibles. En 2017 consiguió, un año más, reducir sus emisiones de CO2 en nuestro país con respecto al año anterior gracias a la reducción de viajes de empresa, agua, papel, tóner, residuos… El pasado ejercicio ya puso en valor la gestión energética y, en este contexto, registró un hito con la inauguración de un nuevo edificio en Alcobendas, a la vanguardia de los inmuebles totalmente ecoeficientes y sostenibles y que ha sido reconocido con la certificación LEED Platino.

¿A qué aspira Bankinter en RSC en el futuro? A ser el banco español de referencia en materia de sostenibilidad. Ni más ni menos. Para eso, a medio plazo la entidad trabaja ya para consolidar su posición en el Dow Jones Sustainability Index Europe y camina hacia el Dow Jones mundial. Y este objetivo, señala Inés García Paine, directora de comunicación y responsabilidad corporativa, “es un reto no exento de esfuerzo que nos llena de ilusión”.

Construir entre todos un mundo un poco mejor mientras se ayuda a los demás. De esta manera inspira a sus participantes la Semana Social de CaixaBank, una iniciativa que se repite cada año. Este 2018 ha batido todos sus récords: más de 10.000 empleados de toda la entidad se han sumado a la causa, que no solo ha contado con trabajadores españoles, sino también con un nutrido grupo de voluntarios en los 18 países en los que está presente CaixaBank.

Durante los nueve días que ha durado la Semana Social, los empleados han participado en algunas de las 3.500 actividades que cerca de 1.500 entidades sociales locales tienen en marcha en todas las provincias de España. Todas ellas tienen como finalidad el apoyo a personas con problemas de salud o con discapacidad, la ayuda a los que contribuyen a la lucha contra la pobreza, actividades lúdicas para niños y personas mayores, iniciativas contra la exclusión social de los migrantes, impulso a la cultura y educación, fomento de la inserción laboral y actividades relacionadas con la ciencia, el medio ambiente y la investigación, entre otros aspectos. Todo ello en estrecha relación con las entidades sociales que a diario trabajan en estos ámbitos.

El apoyo se hace de manera unánime, pero siempre tiene rostros visibles y personalizables. Uno de ellos es el Juan Adolfo Collado quien desde hace cuatro años es el responsable de movilizar la Semana Social de Alcoy. Su cometido es ofertar a los empleados un amplio abanico de proyectos en los que participar durante esos días.

“Más de 10.000 empleados han participado en la Semana Social”

Para él, el voluntariado es algo intrínseco: “Mi madre me inculcó esta sensibilización con su ejemplo desde pequeño”, nos cuenta. De hecho, Juan Adolfo fue el primer cooperante internacional de ”la Caixa” y actualmente es el vicepresidente de la Delegación de Alicante de Asociación de voluntarios de ”la Caixa” y el presidente de la Asociación de Donantes de Sangre de Alicante. Obra Social “la Caixa” distribuye más de 44 millones de euros a través de las oficinas de CaixaBank, en las que los empleados detectan las necesidades más cercanas. En esa proximidad se basan las actividades de la Semana Social.

Año tras año, Juan Adolfo ha sido testigo del crecimiento de voluntarios durante esas jornadas. Es consciente de que a veces es difícil tomar la decisión de apuntarse o encontrar el proyecto donde involucrarse, pero sabe que “es muy enriquecedor conocer de primera mano los proyectos a los que se han donado fondos durante el año”. Y es que, aunque el día a día no permite pararse a pensar cómo se invierten las ayudas que se donan, poder participar en un taller o compartir tiempo con los beneficiarios “suele ser emocionante e incluso revelador”, nos cuenta.

1,2 millones de beneficiarios

La red de voluntariado de CaixaBank ha tenido más de 200.000 beneficiarios en 2017 y 1,2 millones desde 2005. Para el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, esta iniciativa forma parte del propia ADN de la entidad: “Somos un banco con vocación social que tiene como valores intrínsecos la calidad, la confianza y el compromiso con el desarrollo socioeconómico de las personas y el territorio donde está presente”.

Y es que “parte del dividendo que recibe la Fundación Bancaria “la Caixa” por nuestra actividad financiera se canaliza a través de la red de oficinas de CaixaBank para cubrir necesidades sociales locales. Gracias a su proximidad, las oficinas pueden detectar estas necesidades e identificar organizaciones y programas con los que colaborar”.

En la misma línea continua Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, para quien “el compromiso social de la entidad es un signo de identidad único, irrenunciable y que forma parte de los ejes clave del modelo de banca socialmente responsable de la entidad”. Una muestra de ello son los empleados, que “este año han vuelto a hacer posible la Semana Social y que con su dedicación generosa, tenacidad y constancia ayudan a quienes más lo necesitan en las distintas regiones”.

El año que viene se cumplirán cien años desde que Isaac Carasso, un hombre de origen griego afincado en Barcelona, comenzara a vender en farmacias el yogur, un producto elaborado a partir de leche fermentada que servía para cuidar la salud. Era 1919 y Danone iniciaba su andadura. Hoy, casi un siglo después, la compañía continúa su actividad con una doble misión: cuidar la salud de sus consumidores y cuidar el planeta, con un compromiso de sostenibilidad en todas sus áreas.

“De nada sirve ser una empresa rentable y cuidar la salud del consumidor si para ello sacrificamos la sostenibilidad del planeta. Tenemos un único planeta y una única salud y ambas son partes de un todo que debemos cuidar”, señala Laia Mas, directora de ‘public affairs’ de Danone Iberia.

El nuevo posicionamiento de la compañía: 'One Planet, One Health' (Un Planeta, Una Salud), define muy bien este espíritu de compromiso con la salud de las personas y con el ecosistema en el que viven, un resumen perfecto de su vocación: ser motor de cambio para la sociedad.

Danone España trabaja en base a un proyecto estratégico para cuidar los entornos naturales y controlar las emisiones que genera la compañía a través de cuatro ejes: cambio climático, recurso hídrico, agricultura sostenible y economía circular. “Cada ámbito incluye iniciativas que ya están en pleno funcionamiento para que el cambio que se espera en el futuro empiece a sentirse hoy. En materia de medio ambiente no se puede perder tiempo”, apunta Laia Mas.

Control de emisiones y reciclaje

El reciclaje y el control de emisiones es uno de los principales activos que Danone utiliza para minimizar su impacto en el entorno. En pro de esta conquista, en 2015 presentó en el COP 21 de París su objetivo de política climática en dos fases: reducción de emisiones en un 50% en 2030 y 0 emisiones netas en 2050. Además, desde 2008 Danone mide y publica su huella de carbono con el objetivo de activar planes y proyectos de reducción de emisiones.

Este trabajo continuo ha llevado a la compañía a lograr una reducción orgánica acumulada de un 40,6% de la huella de la división de lácteos entre 2008 y 2017, un CO2 que, de no haber sido eliminado de la producción, habría tardado 40 años en ser absorbido por 636.000 árboles.

El 100% de las ganaderías con las que trabaja Danone son evaluadas en bienestar animal anualmente

Con cuatros plantas de producción en España, la compañía también prioriza minimizar el impacto derivado de su actividad a través del reciclaje de los residuos que generan sus fábricas. Este año Danone ha conseguido que el 100% de los residuos de sus plantas en España sean reciclados y reutilizados como materias primas. Los residuos plásticos se reciclan para otros usos plásticos y el resto se convierten en materia orgánica. Sobre el destino de estos materiales, Danone trabaja para fomentar la revalorización y reutilización, una misión en la que también están implicadas empresas de gestión de residuos industriales, reciclaje y reconversión de residuos en materia prima.

Un modelo de proximidad

Danone minimiza el impacto en el entorno también a través de las producciones ganaderas con las que trabaja. Sus productos lácteos se elaboran con leche fresca 100% nacional recogida a diario en las 300 ganaderías repartidas en nueve comunidades autónomas que surten diariamente a sus fábricas. Así, la cercanía con el productor conlleva una mejor gestión de los recursos y supone una relación más estrecha y estable con los ganaderos.

En este trabajo con los productores, la empresa láctea ha definido su propio protocolo de evaluación del bienestar animal en colaboración con otras entidades. Así, el 100% de las ganaderías con las que trabajan son evaluadas en bienestar animal anualmente. Danone pone a disposición de los ganaderos servicio veterinario y técnico para asesorar en materia de calidad, bienestar animal y medioambiente.

Danone ha sido la primera empresa de gran consumo en España en obtener la certificación Bcorp, que reconoce el esfuerzo de la compañía por ofrecer productos más saludables, unido a la responsabilidad de cuidar y mejorar continuamente las condiciones de sus empleados, de las comunidades a las que sirve y del entorno y medio ambiente en el que opera.

Entre los hitos de la compañía que han llevado a la división de lácteos a ser reconocida con la certificación Bcorp están: el 100% de la electricidad que usa Danone en sus instalaciones es de origen renovable; cada año dona 10 millones de yogures a bancos de alimentos; logra la integración social de 1.000 niños y niñas al año con el programa de educación en valores y hábitos de vida.

El mundo rural todavía tiene mucho que ofrecer y eso pretende hacernos ver la Corporación Hijos de Rivera, productora de la cerveza Estrella Galicia. Hace seis años, en 2012, en plena crisis económica, decidió poner en marcha el Mercado de la Cosecha, una iniciativa que busca convertirse en una palanca competitiva para impulsar el desarrollo socioeconómico del medio rural. ¿Cómo? Divulgando productos e iniciativas inspiradoras que generan riqueza y desarrollo en su entorno.

La divulgación de los diferentes proyectos no solo les ayuda a darse a conocer, sino que les ofrece la oportunidad de aumentar su cartera de clientes, mejorar su reputación y, como consecuencia, apoyar la recuperación del tejido socioeconómico rural de Galicia.

Las iniciativas que participan de las acciones del Mercado de la Cosecha comparten una serie de objetivos: compromiso con la sostenibilidad, fomentar el consumo local, cuidar las materias primas e impulsar las zonas rurales en el ámbito socioeconómico.

Galicia tiene una ventaja indudable y es la calidad de las materias primas

A través de eventos, festivales, tiendas efímeras, espacios de conversación, charlas y talleres, el Mercado de la Cosecha es una plataforma que tiene como objetivo dar visibilidad a los productores, sus productos y las historias que los hacen especiales tratando de trasladar a la sociedad la conciencia de que en el mundo rural hay futuro.

Una de las actividades más consolidadas del Mercado de la Cosecha son los Parladoiros, foros donde los creadores de los proyectos dan a conocer su historia, la superación de sus retos y los logros que han alcanzado. Los Parladoiros han presentado ya a más de una treintena de historias inspiradoras que representan una nueva forma de hacer en el mundo rural gallego. El apoyo a la cultura también está presente a través de la colaboración con festivales locales como Son D’Aldea.

“El medio rural ofrece un gran potencial de desarrollo”, apunta Antonio Viejo, director de asuntos corporativos de la Corporación Hijos de Rivera. “En los últimos años han surgido múltiples iniciativas fruto del trabajo de personas que han decidido apostar por lo rural”. En algunos casos han recuperado antiguos negocios familiares y, en otros, los proyectos han surgido de cero.

La sociedad rural gallega lleva décadas sufriendo una sangría poblacional muy dura y un envejecimiento progresivo. A ello se suma la economía tradicional de subsistencia, que complica aún más la rentabilidad empresarial de los proyectos. “Pero Galicia tiene una ventaja indudable y es la calidad de las materias primas. El clima y la excelente calidad de la tierra, favorecen a un sector agroalimentario absolutamente privilegiado”, apunta el director corporativo.

Después de seis años, el esfuerzo ha tenido su recompensa. El Mercado de la Cosecha recibió en 2017 el Premio Celanova Casa dos Poetas, con la que la Fundación Curros Enríquez reconocía esta iniciativa de promover y divulgar la cultura gallega.

El balance es muy positivo. “En estos años hemos llegado a miles de personas, hemos apoyado a más de 30 iniciativas, divulgando sus valores y la importancia de creer y apostar por el desarrollo de lo rural de manera sostenible y con futuro”, apunta Viejo. “Pero lo que realmente nos empuja a seguir es la valoración que hacen los propios participantes del proyecto, los productores. Ellos son los protagonistas, los que hacen este proyecto crecer y, por tanto, continuaremos presentando iniciativas inspiradoras”.

Las iniciativas que participan en las actividades del Mercado de la Cosecha actualmente son: Abella Lupa, Amorodo, Arqueixal, Bico de Xeado, Buxaina, Calabizo, Casa Galeguesa, Casa Grande de Xanceda, Castañas Naiciña, Cortes de Muar, Ecocelta, Elena Ferro, Fogar do Santiso, Galletas Daveiga, Galo Celta, Horta Teodoro, Ibérica de Esponjas, Idoia Cuesta, Kalekoi, Lutega, Milhulloa, Muuhlloa, Naturavia, Orballo, Pazo de Vilane, Ponte da Boga, Sidras Maeloc, Woodworks Buschmann Bella.

Galletas, pasta, cereales… El grupo Siro, interproveedor de Mercadona desde 1998, lleva 20 años de experiencia en el mercado de la alimentación, una larga trayectoria que nunca ha estado reñida con la innovación y la calidad. Siempre mirando al futuro, el grupo trabaja de manera activa para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, conscientes de que las empresas deben comprometerse para mejorar la sociedad de hoy.

Una de las actuaciones de Responsabilidad Social Corporativa del grupo es apostar por la educación inclusiva, equitativa y de calidad. La fundación Grupo Siro ha facilitado que personas en riesgo de exclusión social tengan una oportunidad laboral y, gracias a eso, este colectivo ya supone el 16% de su plantilla.

En su apuesta por la integración, cuentan con tres centros especiales de empleo en Palencia, Valencia y Jaén, y un enclave laboral en Medina del Campo. De las personas que trabajan en estos centros, más del 70% tiene algún tipo de discapacidad. Para entender su compromiso hay que decir que el 1% de las personas con discapacidad en centros especiales en España están en Grupo Siro.

La compañía ha logrado, dos años antes de lo previsto, el objetivo de ‘vertido cero’ en sus 12 plantas

Además, cuentan con un convenio con la Fundación ONCE para apoyar la inserción de personas con discapacidad, continúan colaborando desde hace años con diferentes asociaciones de discapacitados y apoyan al equipo paralímpico español a través del Plan ADOP (Apoyo al Deporte Objetivo Paralímpico). En 2016 su política de integración fue reconocida por Naciones Unidas: recogió el premio a la Mejor Compañía para Trabajadores con Discapacidad.

Conseguir la economía circular sí es posible

Otro de los objetivos de la compañía es asegurar una producción sostenible basada en la economía circular, minimizando el impacto ambiental de su actividad, reduciendo los desperdicios y valorizando los residuos. La compañía ha logrado, dos años antes de lo previsto en sus planes, el objetivo de ‘vertido cero’ en sus 12 plantas de producción.

Esto significa que todos los residuos generados son revalorizados y reciclados, lo que supone más de tres millones de euro de ahorro. En 2017, el 76% de los residuos han generado un retorno económico al grupo y el objetivo es alcanzar el 80% en 2020.

El grupo Siro ha conseguido revalorizar los subproductos de la alimentación, reciclar los envases, embalajes y aceites, así como el compostaje de los lodos de las depuradoras. Es una de las primeras empresas del sector agroalimentario en conseguir que el 100% de los residuos generados en la actividad productiva sea revalorizado y reciclado.

“Siro se ha convertido en una de las primeras compañías en España en lograr el ‘vertido cero’ en todas sus plantas. Hemos demostrado una vez más que el compromiso social puede ser rentable y es por ello que vamos a seguir profundizando en nuestro conocimiento y apuesta por la economía circular”, concluye el presidente de Grupo Siro, Juan Manuel González Serna.

En su compromiso por la lucha contra el cambio climático, la compañía reduce año a año sus emisiones de carbono. Este 2017 ha genera un 11% menos respecto a 2017 gracias a su apuesta por las renovables y otras medidas de ahorro energético como la instalación de LEDs, sensores de movimiento, optimización de motores, etc.

¿El futuro más inmediato? Un proyecto de biogás y profundizar en la reducción de la huella hídrica a través de un sistema de medición propio.

¿Sabías que la cerveza que te alegra la hora del aperitivo está compuesta por un 95% de agua? Y qué mejor para una compañía cervecera que hacer que su Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se preocupe por devolver al medio lo que utiliza para nuestro disfrute: el agua. Para lograrlo, Heineken España ha puesto en marcha el programa global ‘Every Drop’ (‘Cada gota cuenta’) que promueve proyectos de compensación hídrica y una mayor eficiencia y ahorro en el consumo de agua de sus centros de producción, entre otras medidas.

¿El objetivo? Alcanzar un balance hídrico neutro o positivo en 2020, es decir, restituir a su lugar de origen toda el agua que se consume en el proceso de elaboración de sus cervezas.

“Transformamos el compromiso de reducir la huella hídrica en conseguir que nuestros procesos productivos no tengan impacto en el ciclo del agua e incluso que comporten una mejora en las cuencas de los ríos que nutren a sus fábricas”, explica Mauricio Domínguez-Adame, director de RSC de Heineken España.

Heineken España ha conseguido devolver a Doñana 1.000 millones de litros de agua

Ya están actuando en zonas cercanas a sus centros de producción, como Doñana (Sevilla), Olivo (Jaén), Cañaveral (Albufera valenciana) y pronto comenzarán las actuaciones en la cuenca del Jarama, en Madrid.

Proyecto Doñana

Con el convenio de colaboración público-privado entre Heineken España y la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, la compañía ha invertido en este proyecto 300.000 euros y ha conseguido devolver al espacio natural 1.000 millones de litros de agua.

¿Cómo? Restaurando cuatro humedales. “Se ha incrementado el volumen almacenado en cuatro lagunas litorales -La Dehesa de Abajo, Las Pardillas, San Lázaro y el Berrero del Arrayán- y se ha creado una nueva, la Laguna del Lince. Con esto hemos conseguido incrementar el volumen almacenado y favorecer la restauración de aguas subterráneas”, apunta Marcos Tarancón, director de relaciones corporativas y legal de Heineken España. “Además, se ha mejorado el hábitat natural, propiciando la presencia de especies en peligro de extinción, como el lince o numerosas aves rapaces”.

En la Laguna de la Dehesa de Abajo, por ejemplo, se ha instalado una doble compuerta que permite aliviar agua de la lámina superior, lo que facilita que se acumulen de manera adicional más de 700.000 m3 de agua. Además, se han formado islas para favorecer que las anátidas, en peligro de extinción, se establezcan en la zona.

En cuanto a actuaciones sobre la vegetación, tanto en la Dehesa de Abajo como en la Laguna de San Lázaro se han limpiado varias especies invasoras y se ha repoblado la zona con otras de ribera, entre otras intervenciones.

En la Laguna de Las Pardillas, el proyecto de Heineken España ha conseguido corregir el drenaje, limpiando y retirando residuos. Se han plantado especies idóneas para la estabilización de taludes, capaces de aumentar la captación de lluvia. Por último, en la recién creada Laguna del Lince se han plantado especies para favorecer la estabilización de orillas y taludes y para fomentar la captación de más agua.

Proyecto Olivo

La RSC de la compañía se amplía con una inversión de 150.000 euros con el proyecto Olivo, una iniciativa llevada a cabo conjuntamente con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA) y que consiste en una investigación pionera sobre el cultivo mixto de cebada y olivo para aumentar la eficiencia en el aprovechamiento de agua y en el control de la erosión de la tierra.

La cebada se convierte en una cubierta vegetal que retiene el agua y restaura los suelos degradados, lo que ayuda a aumentar la productividad de los olivos. ¿Su objetivo? Ahorrar 700.000 m3 de agua al año y generar nuevas oportunidades económicas. “Este cultivo mixto permite al agricultor un ingreso extra en campos que hasta ahora solo utilizaba para olivar”, cuenta Tarancón.

Proyecto Cañaveral

El último proyecto de la cervecera es una actuación en la zona de la Albufera valenciana con una inversión de 250.000 euros y que se está llevando a cabo gracias al convenio firmado con la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana. Con él, Heineken España quiere devolver al medio 348 millones de litros de agua, el equivalente a 1,5 veces la producción de cerveza de su fábrica en Quart de Poblet.

Las actuaciones comenzaron en marzo y durante 18 meses restaurarán de manera ecológica e hídrica el Barranco del Poyo a través del control de los cañaverales, uno de los 100 organismos más invasores del mundo. Pero también ayudarán a reducir las inundaciones que se producen durante la llamada gota fría. “Además, mejorará el acceso de los vecinos, que podrán disfrutar de una mejor experiencia de visita a este preciado enclave natural”, añade el director de RSC de Heineken España.

Los hoteles no son solo para las vacaciones, los viajeros de negocio, el disfrute de los turistas o el relax. No al menos los de NH Hotel Group. Dentro de la estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, el grupo lleva 15 años abriendo sus puertas a familias con recursos limitados que tienen niños gravemente enfermos y deben desplazarse a otras ciudades para que reciban tratamiento.

NH aporta su granito de arena a la vida de esas familias que sufren un momento complicado en su vida convirtiendo sus hoteles en una segunda casa para ellos. Es el programa ‘Hoteles con corazón’ que ya ha beneficiado a 1.000 familias y ha donado cerca de 23.000 noches de hotel.

En un primer momento nació con el ánimo de apoyar a familias con niños en tratamiento de cardiopatías congénitas, que tenían que ingresar en hospitales de Madrid. “Consciente de esta realidad social y del potencial global de esta iniciativa, la compañía ha ido incrementando paulatinamente la colaboración con fundaciones y ONG a nivel internacional, expandiendo así el programa en muchos de los países donde NH Hotel Group tiene presencia”, explica Ida Gutiérrez de Escofet, SPV Corporate affairs, CSR & Communication del grupo.

‘Hoteles con corazón’ ya han beneficiado a 1.000 familias y han donado cerca de 23.000 noches

En esta iniciativa ha sido fundamental la participación voluntaria de los empleados, que se convierten en sus anfitriones y acompañantes durante esos momentos difíciles. “Siento felicidad de hacer felices a los niños” o “ofrecemos todo nuestro corazón”, son algunas de las frases que han pronunciado los trabajadores cuando han tenido que definir la experiencia.

Mediante la alianza con diferentes fundaciones y ONG de todos los países (más de 1.500 desde que comenzó el proyecto), las familias que deben pasar largos periodos de tiempo en una ciudad que no es la suya, se alojan en una habitación del hotel. No existe un límite de estancia. Son las ONG y fundaciones las que gestionan las habitaciones en función de las necesidades y la gravedad de la situación de cada uno. “Más allá del alojamiento, estas familias reciben el cariño y apoyo de todos los empleados del hotel, que hacen todo para que su estancia sea lo mejor posible”, añade Gutiérrez de Escofet.

Además, el grupo hotelero ha firmado en 2017 un acuerdo de alcance europeo con una organización internacional para facilitar que niños que padecen enfermedades graves y sus familiares puedan desplazarse fuera de su ciudad de origen a cumplir las ilusiones de los pequeños.

Turismo sostenible

Dentro de su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, el grupo también apuesta por contribuir al desarrollo local de las comunidades donde se instala. Y lo hace a través de tres vías: una, a través de alianzas con fundaciones y ONG para colaborar en proyectos solidarios; dos, con formación, prácticas y empleo para jóvenes en riesgo de exclusión social y discapacitados; y tres, con un programa de voluntariado.

Y la tercera pata en la que trabaja NH en cuanto a RSC es en la de minimizar su impacto medioambiental y aumentar su eficiencia energética. En los últimos diez años, la huella de carbono por habitación se ha reducido un 72%, el consumo de energía un 31% y el de agua un 34%. ¿Cómo? Sustituyendo sistemas de climatización, calderas, bombas y maquinaria industrial por otros equipos de menor impacto e invirtiendo en sistemas innovadores de gestión de edificios.

“Hemos apostado por el uso de energías renovables certificadas de origen y en algunos hoteles incluso con la utilización de instalaciones propias de generación de energías renovables y biomasa”, apunta la portavoz del grupo. Unas iniciativas que se unen a la promoción de la movilidad sostenible entre sus clientes con la oferta de bicicletas y la incorporación de puntos de recarga de vehículos eléctricos en los parking de los hoteles, así como con sus proveedores, cuya elección tiene en cuenta criterios de sostenibilidad.

Una casa no se derrumba si tiene los pilares bien asentados, por muy fuerte que sople el viento. Y uno de esos pilares, en la vida real, es la familia. Lo sabe muy bien la Fundación Infantil Ronald McDonald, que lleva más de 20 añosdesarrollando en España programas que promueven la salud y el bienestar de niños y, especialmente, apoyan a familias que se tienen que desplazar desde su ciudad de origen para que los más pequeños reciban tratamiento médico en los principales hospitales de referencia. Ese apoyo llega en forma de alojamiento gratuito en una de las cuatro casas que la Fundación tiene en Barcelona, Málaga, Valencia y Madrid.

Las llamadas Casas Ronald McDonald disponen de habitaciones con baño propio, cocina, comedores, salas de juegos para niños, áreas con ordenadores, bibliotecas, salas de manualidades, lavandería, y aparcamiento. Todo en un ambiente agradable, cálido y hogareño que permite hacerles su estancia lo más cómoda posible. Más de 2.000 familias se han beneficiado de tener “un hogar fuera del hogar” desde que la Fundación empezara a desarrollar estos programas hace más de dos décadas.

“Las casas ofrecen alojamiento a familias con niños/as que deben afrontar enfermedades de larga duración cuya sintomatología no presente incompatibilidades con los enfermos inmunodeprimidos”, explica Jose Antonio García, director de la Fundación Infantil Ronald McDonald. Para acceder a estos hogares, los servicios sociales de los hospitales de referencia mantienen reuniones periódicas con los equipos de las casas valorando la situación de cada familia. Los aspectos que se analizan se relacionan con la distancia del domicilio al hospital, si el tratamiento del niño es ambulatorio o si el enfermo se desplaza con algún hermano además de otros aspectos sociales.

En las cuatro casas disponibles se da alojamiento a un total de 72 familias cada noche. En Barcelona cuentan con 15 habitaciones; en Málaga, 14; en Valencia 16 y en Madrid recientemente se han ampliado a 27, el alojamiento más grande hasta ahora. Las familias suelen pasar de media unos 18 días, según datos facilitados por la fundación.

“El incremento de la necesidad de alojamientos para familias con hijos que sufren enfermedades graves a nivel nacional ha originado un rápido colapso en los recursos que la Fundación ofrece a través de sus Casas”, reconoce el director de la fundación. Por eso la Fundación, después de más de 20 años, quiere seguir creando y apoyando este tipo de programas. “Queremos aumentar la atención en la salud a las familias con niños enfermos a través de la puesta en marcha de nuevos proyectos poniendo énfasis especial en su sostenibilidad medioambiental”. Estamos totalmente convencidos que “manteniendo a las familias cerca en los peores momentos, la recuperación del niño/a es más rápida”.

Con el objetivo de atender al mayor número de familias posible, la Fundación Infantil Ronald McDonald acaba de abrir un nuevo recurso, la llamada Sala Familiar en el Servicio de Neonatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, que ya ha sido utilizada por 92 personas en tan sólo un mes. Dispone de un office, duchas, baños, área de juego para niños, área de lectura, tv, sala de reposo, etc.

Las familias son ‘leones’

Disponer de un hogar cerca del centro hospitalario no solo genera beneficios sociales, económicos, logísticos, sino también psicológicos. La Fundación Infantil Ronald McDonald ha querido mostrar a la sociedad el efecto tan positivo que genera el estar cerca de tus seres más queridos en los momentos más difíciles. Y lo ha hecho a través de un cortometraje dirigido por Daniel Sánchez Arévalo.

‘Leones’ cuenta la historia de la familia León, que debe trasladarse desde su ciudad a la Casa Ronald McDonald para pasar el verano mientras el hijo pequeño permanece hospitalizado. Mientras los padres se integran sin problemas, el hijo mayor, de 16 años, se aísla en su propia burbuja y no se atreve a ir a ver a su hermano hospitalizado.

La amistad que se generará en la casa con otra de las habitantes le hará entender la situación por la que está pasando y la necesidad de apoyarse tanto en su familia como en el resto de las personas que comparten el nuevo hogar.

Más de 300.000 euros recaudados

McDonald’s colabora con su fundación de dos maneras: todos los restaurantes donan el 0,1% de sus ventas anuales, además de la recaudación obtenida por la celebración del McHappy Day y de las urnas de sus restaurantes. Aprovechando el lanzamiento del cortometraje realizado por Daniel Sánchez Arévalo, la compañía (cerca del Día Internacional de la Infancia) realizó el tradicional McHappy Day con la colaboración de la plataforma digital El Tenedor.

Así, las ventas del Big Mac y cualquier menú benéfico presentado a través de El Tenedor fueron donados a la Fundación infantil Ronald McDonald permitiendo, por primera vez, ampliar la acción benéfica a todos los restaurantes de España. Gracias a ello se recaudaron 312.000 euros. Fondos que serán destinados al mantenimiento de las actuales Casas y la apertura de nuevos recursos.

Puede parecer un mal menor pero la falta de acceso a internet puede suponer un aumento de vulnerabilidad social en familias que no tienen acceso a la red, sobre todo en un momento en el que todo está basado en la conectividad y hasta los colegios requieren internet para hacer los deberes. Internet ya no es un lujo: en 2016, Naciones Unidas declaró el acceso a la red como un derecho humano. Por eso Orange ha iniciado el programa Gigas Solidarios que, en colaboración con Aldeas Infantiles SOS, ayuda a que familias con dificultades e hijos menores de 18 años puedan acceder a internet de manera gratuita.

El proyecto comenzó en octubre con 500 familias y se espera que puedan llegar a 1.000 a final de curso gracias a la solidaridad de los clientes de la compañía. Porque son ellos los que colaboran donando los megas no consumidos de la tarifa de cada mes a estas familias. Gracias a ellos las familias beneficiadas han pasado en unos meses de 500 a 640.

“En Orange tenemos claro que la tecnología y la innovación son una palanca para el desarrollo, el progreso y la mejora de vida de las personas y las sociedades”, explica Rocío Miranda de Larra, directora de Responsabilidad Social y Sostenibilidad de Orange. “No queremos que nadie se quede fuera de esta revolución digital en la que estamos inmersos”.

“Un niño que no puede usar internet para hacer los deberes estará en desventaja en su proceso educativo”

Es Aldeas Infantiles quien se encarga de seleccionar a las personas que se beneficiarán del programa, en base a criterios de urgencia social y especial vulnerabilidad. Además, la ONG realiza un seguimiento de la iniciativa para conocer cómo influye en su día a día estar en la red. “Hoy en día un niño que no puede usar internet para hacer los deberes estará en desventaja en su proceso educativo con respecto al resto de sus compañeros”, explica Miranda. “Además, es un niño que no está adquiriendo las competencias digitales que le exigirá el mercado laboral, con lo que arrastrará esta desventaja hacia su futuro”.

¿A qué tienen derecho estas familias? A 12 meses de servicio gratuito de 50 GB al mes, un router wifi 4G, además de una tablet 10’’ con teclado, Windows y Office Mobile. “Internet empezó siendo un lujo pero ahora ya es una necesidad básica que nos facilita la gestión de nuestras actividades cotidianas, el entretenimiento, el aprendizaje, la comunicación”, asegura la directora de Responsabilidad Social y Sostenibilidad.

De momento, el primer balance es positivo: familias agradecidas, niños encantados y satisfacción de los empleados porque son ellos, de forma voluntaria, los que se encargan de la entrega de equipamientos y de enseñar a las familias a ponerlos en marcha. No solo eso: los padres de estos niños reciben una formación sobre el uso seguro y responsable de las tecnologías.

Y es que la compañía ha basado su Responsabilidad Social Corporativa en la educación digital y, dentro de esto, en el uso responsable de niños y adolescentes. En esta tarea lleva trabajando más de diez años con iniciativas como el portal Navega Seguro, la plataforma EducaInternet o las charlas sobre cómo utilizar las nuevas tecnologías que los propios empleados de Orange realizan en los colegios. Ya se han beneficiado de ello 18.000 escolares.

Un futuro con calidad de vida. Eso es lo que ofrece la Fundación Quirónsalud a niños latinoamericanos con cardiopatías congénitas gracias a la firma de un convenio con el Centro Internacional de Cor Barcelona (CICB). Estos niños no pueden ser operados en sus países de origen y llegan a España ante la falta de medios técnicos y humanos para poder ser intervenidos.

Tras la firma del convenio, este año serán operados diez menores, de los cuales ocho ya han pasado por el quirófano con un resultado satisfactorio. El doctor Raúl Abella, cirujano cardiovascular y director del CICB, asegura que “uno de los principales objetivos es poner nuestra experiencia y recursos al servicio de quienes no pueden acceder a una intervención para corregir sus problemas”.

Los médicos tratan cardiopatías complejas que necesitan un tratamiento personal altamente cualificado y tecnología avanzada. “Muchas de las organizaciones que se ocupan de ayudar a estos niños han encontrado en nuestro centro una alternativa con excelentes resultados”, explica el doctor Abella.

Una vez intervenidos, a los niños se les realiza un seguimiento personalizado

El equipo encargado es multidisciplinar y cualificado en diferentes especialidades que atienden cardiopatías congénitas desde la edad fetal: cirujanos, cardiólogos, anestesistas, enfermeras especializadas en quirófano...

La ayuda no solo se centra en la intervención en sí, sino que se les garantiza el máximo confort y soporte durante el periodo de tratamiento que se realiza en el Hospital Universitario Dexeus, un centro de referencia en atención de pacientes pediátricos. Cuenta, entre otras instalaciones, con urgencias pediátricas 24 horas, UCI pediátrica, UCI neonatal y todas las especialidades, como oncología o neurocirugía.

Una vez intervenidos, a los niños se les realiza un seguimiento personalizado. “Todos estos pacientes tienen cardiólogos de referencia con los que mantenemos contacto directo. Incluso muchos de ellos has visitado nuestro centro o han cursado un período de formación con nuestro equipo”, señala el cirujano cardiovascular del CICB.

De hecho, se está intensificando ese programa de formación porque es “la garantía de la continuidad del tratamiento de los niños y nuestra contribución al desarrollo de la especialidad con todas las ventajas que representa en los países con los que colaboramos”, asegura el doctor Abella.

Para la Fundación Quirónsalud estas intervenciones a menores desfavorecidos es un proyecto que refleja “nuestro compromiso con la cooperación internacional”. “Es una herramienta para ayudar a paliar las desigualdades en la atención sanitaria que sufren muchos niños” que en sus países de origen no pueden acceder a tratamientos necesarios. Además, el hospital donde son tratados aborda todo el proceso, desde el diagnóstico, el tratamiento y hasta la preparación de las familias, que se enfrentan a un momento difícil en un país que no es el suyo.

La sostenibilidad es un pilar básico de la estrategia de Red Eléctrica, un modelo de negocio y un compromiso reconocido en 2017 por el Índice Dow Jones de Sostenibilidad como la mejor empresa del sector ‘utilities’ a nivel mundial. Un reconocimiento que no les ha hecho sino seguir mirando al futuro, con su Compromiso de Sostenibilidad 2030.

Uno de los principios clave en los que se fundamenta este compromiso es asegurar su sostenibilidad económica, actuando bajo principios de generación de valor económico y fiscalidad responsable. Concretamente, la compañía se compromete a consolidar su solidez económica a través de una gestión económico-financiera responsable y transparente para afrontar con garantía las inversiones necesarias y maximizar el valor para los accionistas.

En los últimos años, la conciencia medioambiental de la sociedad ha aumentado considerablemente, reflejándose en el comportamiento tanto de empresas como de inversores.Son precisamente los inversores quienes demandan que las empresas luchen contra el cambio climático y exigen que se preocupen por temas ambientales, sociales y de responsabilidad social corporativa, unos asuntos que acaban incidiendo en su reputación.

La compañía apuesta por la descarbonización de la economía, hacia un modelo libre de emisiones

Esta apuesta por la sostenibilidad ha propiciado el auge de las llamadas financiaciones ESG (Environmental, Social and Governance) en el que han sido muy activas las ‘utilities’ -empresas que ofrecen servicios públicos- a través de emisiones de bonos o financiaciones bancarias. El Grupo Red Eléctrica ha transformado su crédito sindicado -financiación externa a través de deuda- en una financiación sostenible (‘financiación verde’) al añadir al tipo de interés aplicable criterios ESG.

Red Eléctrica mantiene una política financiera sólida y conservadora. Así combina una deuda bien diversificada con fuentes de liquidez. Entre esas fuentes se encuentra precisamente el crédito sindicado de Red Eléctrica, una línea de crédito por importe de 800 millones de euros que se ha convertido en 2017 en el máximo exponente de la integración de criterios ESG (ambientales, sociales y de gobierno, por sus siglas en inglés) en la gestión financiera del grupo.

Esta operación supuso el primer crédito sindicado sostenible del sector eléctrico en el que sus condiciones van vinculadas no solo al perfil crediticio de la compañía, sino también a la evolución de parámetros ESG de acuerdo con la calificación de la agencia de evaluación en sostenibilidad Vigeo Eiris. De esta manera, se posibilita, la mejora del coste de la deuda en función de la calificación de sostenibilidad del Grupo Red Eléctrica.

Esta financiación se enmarca en el Compromiso de Sostenibilidad 2030 del grupo. Con él, la compañía asume prioridades que consolidan la sostenibilidad como eje estratégico. Entre esas prioridades está la apuesta por la descarbonización de la economía, hacia un modelo libre de emisiones, el desarrollo del negocio sobre una cadena de valor responsable y maximizando la contribución al desarrollo del entorno y el mantenimiento de una actitud constante de anticipación y acción por el cambio.

Desde Red Eléctrica son conscientes de que para liderar el progreso sostenible no basta con soñarlo, hay que hacerlo realidad con una gestión responsable y comprometida.

Conseguir la oportunidad de un primer empleo es cada vez más difícil en nuestro país. Los jóvenes fueron una de las franjas de población más castigadas por la crisis y las empresas cada vez demandan más formación y experiencia, pero ¿cómo conseguir esa experiencia si nadie les da una oportunidad? Este es un círculo vicioso en el que muchos jóvenes pueden verse reflejados, y es fácil caer en el desánimo y tener dudas de cuál es la mejor manera de afrontar la carrera profesional.

Unibail-Rodamco, empresa líder en centros comerciales en Europa, en colaboración con Generation Spain, programa impulsado por McKinsey&Company, se ha propuesto aportar un granito de arena para revertir esta tendencia. Para ello, ha comenzado un programa para fomentar la inserción laboral de los más jóvenes dentro de sus centros comerciales. El programa, llamado Work@, se puso en marcha el año pasado y ya ha beneficiado a 140 jóvenes en España.

Concretamente, Work@ está dirigido a personas entre 18 y 30 años en paro, es completamente gratuito y se centra en una formación enfocada a competencias específicas requeridas por las marcas presentes en los centros comerciales.

“Durante tres semanas adquieren habilidades relacionadas con la atención al cliente, competencias técnicas y herramientas para enfocar su futuro profesional, así como formación para su adaptación al mundo laboral y técnicas para afrontar futuras entrevistas de trabajo”, explica Enrique Illán, director Financiero y de Responsabilidad Social Corporativa de Unibail-Rodamco España.

Así, se pretende reducir la brecha que existe entre las empresas de retail que buscan personal y los jóvenes que buscan su primera oportunidad. Una vez que termina la formación, entran a formar parte de la bolsa de empleo del centro comercial donde se ha desarrollado el curso. En la primera edición participaron cuatro centros comerciales: La Maquinista y Glòries en Barcelona, Parquesur en Madrid y Bonaire en Valencia. El programa tuvo una gran acogida entre los participantes y las marcas de los centros y cerró su primera edición con una empleabilidad del 80% en tan solo los primeros 60 días.

El éxito ha sido tal que este año esperan ampliar los participantes a 240 dado que se incorporan tres centros más: Splau en Barcelona, Los Arcos en Sevilla y Bahía Sur en Cádiz. “Los requisitos para entrar en el programa es tener entre 18 y 30 años, estar desempleado y haber completado la ESO. Además, es necesario que residan cerca del centro comercial en el que van a recibir la formación. Y, por supuesto, tener actitud y motivación para embarcarse en el proyecto”, añade Illán.

“Buscamos generar un impacto significativo en las comunidades cercanas a cada uno de nuestros centros”, reflexiona el director de Responsabilidad Social Corporativa. “En el caso de Work@ queremos fomentar la empleabilidad de los jóvenes, uno de los colectivos que más sufrieron la crisis, ofreciendo la formación para desarrollar las competencias necesarias para cada puesto de trabajo”.

"Buscamos generar un impacto significativo en las comunidades cercanas a cada uno de nuestros centros"

Este programa se enmarca dentro de otro más ambicioso que la compañía lanzó en 2016: Better Places 2030, cuya finalidad es ser un motor de desarrollo sostenible en las comunidades en las que está presente. Este programa cuenta con una serie de objetivos cuantificables, como la generación de 1.000 puestos de trabajo al año a partir de 2020 en toda Europa.

"Better Places 2030 refleja el compromiso real de Unibail-Rodamco con el futuro de las ciudades y las comunidades en las que estamos presentes generando un valor añadido real para su entorno, tanto desde el punto de vista medioambiental, como social”, añade Enrique Illán.

El día de la solidaridad

La compañía también celebró por primera vez el año pasado el Solidarity Day, donde los empleados tuvieron la posibilidad de convertirse en voluntarios de una ONG local. En España reunió a casi la totalidad de la plantilla que participó en la rehabilitación y decoración de la CiudadEscuela Muchachos de Leganés.

La CiudadEscuela acoge a niños, niñas y adolescentes que por diferentes razones no pueden vivir en el hogar familiar. De esta manera, constituye un entorno que busca cubrir las necesidades materiales, educativas y afectivas de menores en riesgo de exclusión.

Durante un día, mientras los chicos disfrutaban del centro comercial Parquesur, la plantilla de Unibail-Rodamco en España realizó diversas tareas de renovación y mejora de las instalaciones, para darles una sorpresa y contribuir a mejorar la calidad de sus instalaciones.

El equipo de Unibail-Rodamco cambió los suelos de las aulas de infantil, el color de las paredes y remodeló el patio, donde plantó un árbol y pintó los columpios. Además, se cambiaron los colchones y sábanas de los dormitorios del ala infantil, se sustituyeron las cortinas y se modernizaron los asientos. Una remodelación que se pudo realizar gracias a la solidaridad de los trabajadores.

En palabras de Enrique Illán, “celebramos el día de la solidaridad convencidos de que trabajar todos juntos genera un impacto más significativo en el desarrollo de la comunidad. Es una oportunidad para aportar nuestro grano de arena a organizaciones como la CiudadEscuela Muchachos de Leganés, al mismo tiempo que se fomenta el sentimiento de equipo dentro de la empresa”.

Valentín vive en Madrid y pertenece a la segunda generación de una familia llegada de Guinea Ecuatorial en busca de un futuro mejor. Tras pasar difíciles circunstancias económicas y familiares, un curso de cocina de la Asociación Pinardi le llevó a Grupo Vips para realizar sus prácticas. Allí llamó la atención de sus superiores por su inquietud y ganas de aprender y consiguió su primer contrato. Era 2015. Hoy Valentín tiene un puesto de responsabilidad en la cocina de uno de los VIPS más grandes de Madrid y ha comenzado su formación para promocionar en el restaurante.

Dentro de Grupo Vips hay muchas historias como la de Valentín, que comenzaron a escribirse cuando la empresa consolidó sus iniciativas de inserción laboral en el programa Camino al Empleo. Nacido para mejorar la empleabilidad de personas en situación vulnerable, Camino al Empleo está especialmente enfocado al colectivo de los jóvenes.

Está compuesto por diferentes fases y busca acompañar al joven en todas las etapas de acceso al mundo laboral, incluyendo la formación previa en habilidades y el entrenamiento en entorno real. Así, los jóvenes se forman de manera práctica y directa en el negocio, desarrollando habilidades para el empleo que facilitan su inserción laboral, convirtiéndose en candidatos más valiosos y competitivos en el sector.

El proyecto tiene cuatro etapas, desarrolladas en colaboración con distintas organizaciones sociales que aportan valor y especialización. La primera de ellas está destinada a la formación y el entrenamiento en habilidades pre-laborales. Formadores voluntarios del grupo y profesionales de la Fundación Exit, Fundación Tomillo y CEAR, acompañan de forma personalizada a estos jóvenes en su primer contacto con el mundo laboral. Responsabilidad, iniciativa o trabajo en equipo son algunos de los valores que se potencian en esta primera etapa del programa además de recibir formación técnica en cursos dados por estas entidades.

Durante 2017, 823 jóvenes se han beneficiado del programa, recibiendo formación y orientación laboral por parte de profesionales de la compañía

En el plan, que dura 10 semanas, cada uno de estos jóvenes es acompañado por un ‘mentor’ que le guía de forma personal en todo el proceso de inserción en la empresa, para ayudarle a consolidar lo aprendido y adaptarse a su nuevo entorno en el trabajo.

La segunda etapa es la fase de entrenamiento. Y es que un aspecto clave en el desarrollo de la empleabilidad de la persona es tener la oportunidad de poner en práctica lo aprendido tanto en la escuela como en las formaciones transversales. Por ello, este segundo paso es crítico en el proyecto Camino al Empleo ya que la experiencia de los jóvenes durante estas prácticas puede determinar su futuro desarrollo profesional.

Para poder ofrecer unas prácticas de calidad y que sean realmente de utilidad para el joven, desde Grupo Vips se han identificado las ‘unidades escuela’, restaurantes preparados para poder hacer un acompañamiento personalizado al joven, y tutores (managers o jefes de cocina de los establecimientos) con capacidades pedagógicas, motivación e implicación en el proyecto.

La siguiente fase es la incorporación al grupo. Una vez superado el periodo de prácticas, Grupo Vips ofrece una primera oportunidad laboral que da a estos jóvenes la posibilidad de integrarse en un equipo donde poder entrenar habilidades laborales y personales diferentes, con un plan formativo a lo largo de todo su desarrollo.

Y la última etapa es el desarrollo de su carrera. Grupo Vips apuesta por el talento, el crecimiento y desarrollo profesional de todos sus empleados. Para ello, dispone de un completo programa formativo que ayuda al profesional a desarrollar paulatinamente habilidades de responsabilidad y de gestión de personas - el Programa de Líderes- en el que se está actualmente formando Valentín.

El objetivo es brindar oportunidades de carrera profesional dentro de las diversas marcas de Grupo Vips, diseñando planes de desarrollo adaptados a cada persona y promoviendo la movilidad interna.

Durante el año 2017, 823 jóvenes se han beneficiado del programa, recibiendo formación y orientación laboral por parte de profesionales de la compañía. 406 personas han realizado prácticas en los establecimientos de sus diversas marcas y 317 han sido contratadas.

El programa, en sus 3 años de funcionamiento, ha formado en restauración y habilidades para el empleo a casi 1.700 jóvenes en situaciones de riesgo y ha cosechado varios premios entre los cuales figuran el reconocimiento de Fundación Randstad o Fundación SERES.

El programa Camino al Empleo es uno de los compromisos más significativos de Grupo Vips, que también trabaja activamente en otros ejes de Responsabilidad Corporativa como son la alimentación saludable, la protección del medio ambiente y la participación en la comunidad. Grupo Vips acaba de estrenar su Informe de Gestión Responsable ‘Hay mucho más’ que recoge toda esta labor realizada en 2017.