El Confidencial

Sánchez Arévalo: “Para conseguir un beso de película no hay que ser peliculero”

Los besos de película también existen en la vida real y detrás de todos ellos hay una historia. Ese es el epicentro del nuevo cortometraje que Daniel Sánchez Arévalo ha realizado. De la mano de los actores Quim Gutiérrez e Inma Cuesta, el director ha grabado el primer corto de la marca de Danone, Oikos, ‘Un beso de película’, que ha apostado por el séptimo arte para reflejar el paralelismo entre las sensaciones que provoca su yogur griego y los besos.

Este lunes tuvo lugar en Madrid la presentación del trailer y el ‘making off’ y tanto el director como los dos protagonistas coincidieron en que eran un pack indivisible. “Cuando me hablaron del proyecto y me dijeron que estaban en contacto con Inma y Quim dije: pues ya está. Teníamos muchas ganas de volver a trabajar juntos y casi era como recuperar los personajes de ‘Primos’ unos años después. ‘Un beso de película’ narra la historia de una pareja de jóvenes actores que elabora un plan para lograr besarse con la intensidad con la que lo hacen en sus películas.

Daniel Sánchez Arévalo, Inma Cuesta y Quim Gutiérrez

Aunque los resultados en la gran pantalla suelen ser mágicos grabar un beso de película tampoco es tarea fácil. Daniel confiesa que requiere mucho trabajo: “Para mi un beso de película no puede ser peliculero, tiene que haber mucha verdad y para que parezca de la vida real tiene que ser diferente y menos elaborado”.

Uno de los aspectos que más ha valorado el director al realizar el corto es la libertad que ha tenido para grabar. “Yo solo me embarco en un proyecto de Branded Content si me dejan contar una historia. Es fundamental no intentar vender nada”. Además anima a otras marcas a que realicen este tipo de acciones ya que es una forma “no solo de patrocinar cultura, sino de crear cultura.”. “Yo creo que eso refuerza su imagen de marca, sobretodo si te preocupas por hacer una buena obra audiovisual”.

"Rajoy me mandó una postal agradecido por haberle enviado las películas de los Goya"

Oikos, Un beso de película

Sánchez Arévalo es un todoterreno, pero además, todo lo que hace lo hace bien. Empezó como guionista en televisión en series como ‘Farmacia de Guardia’ o ‘Compañeros’, asomó la cabeza en el cine a través de los cortometrajes y se estrenó con su primera película ganando un Goya como mejor director novel con ‘Azuloscurocasinegro. Además, fue finalista del Premio Planeta con su primera novela, ‘La isla de Alice’. Pero sus aspiraciones no se limitan a mejorar en todos estos campos y reconoce que tiene muchas ganas de “escribir y dirigir una obra de teatro con peso”.

Tampoco se calla. En la pasada edición de los Goya sus vídeos dirigidos a Rajoy causaron furor en las redes sociales. El presidente del Gobierno admitió en una entrevista que no había visto ninguna de las películas nominadas y el propio Sánchez Arévalo le llevó los DVD a Génova. La tercera parte está a punto de llegar: “He recibido contestación. Me mandó una postal agradeciéndomelo. De hecho estoy pendiente de grabar otro vídeo para agradecerle que haya tenido esa deferencia. Ahora mi siguiente pregunta es si al final ha visto las películas. Espero que sí, aunque solo haya sido ‘Tarde para la ira’, la gran triunfadora.

Inma Cuesta
Quim Gutiérrez
Oikos, Un beso de película

Con respecto a las reinvindicaciones que se manifestaron en esta edición de los premios, sobre todo a favor de la igualdad entre mujeres y hombres en el mundo del cine, Sánchez Arévalo no puede estar más de acuerdo. “En mi caso me encanta trabajar con mujeres en los puestos de jefas de equipo, me siento mucho más cómodo. Hay mucho talento y es fundamental en este país que las chicas que están estudiando cine y que quieren ser cineastas entiendan y sepan que hay espacio para ellas, porque la voz femenina es muy importante para una cinematografía”.

Este corto es solo la culminación a una campaña que Danone lleva meses difundiendo y en la que, además de su apuesta por el formato cinematográfico, la participación del consumidor es su principal pilar. “Oikos es una marca muy especial para nosotros y quisimos trabajar mucho más con el consumidor y preguntarle qué sensaciones les provoca”. “Hemos innovado en dos temas muy importantes desde Danone, la primera es que nos hemos acercado mucho más al mundo de las artes y la segunda es que hemos querido trabajar primero con los medios digitales”. Por ello, además de preguntar a los consumidores a qué sensación asemejan Oikos, han realizado un casting para encontrar el mejor beso y los ganadores han participado en el cortometraje.